Midiendo
el sexo en términos económicos.
Un estudio
estadounidense mide por primera vez en dinero la felicidad que da el
sexo a hombres y mujeres. Según el resultado, una pareja se
enriquece unos 49.000 dólares (cerca de 40.000 euros) al año, si
practica el sexo cuatro o más veces al mes, en vez de una única vez.
(IblNews) A este resultado se llega a partir de un complicado
cálculo, que convierte las denominadas unidades de felicidad en
dólares. Se basa en la conclusión central del estudio:
independientemente del género y de la edad, nada hace más feliz a un
adulto que el sexo.
Los dos autores del estudio, David Blanchflower, del Dartmouth
College en Hanover, estado norteamericano de New Hampshire, y Andrew
Oswald, de la Universidad de Warwick en Gran Bretaña, realizaron sus
cálculos sobre un grupo de 16.000 adultos estadounidenses.
El estudio, que lleva por título "Dinero, sexo y felicidad" fue
puesto a disposición de la Oficina de Investigación Económica de
Estados Unidos en Cambridge, en el estado de Massachussetts.
La investigación confirma lo que el científico económico
estadounidense y Premio Nobel de la Paz Daniel Kahneman ya concluyó
tras una encuesta realizada a mujeres en Texas. La mayoría de las
909 mujeres trabajadoras encuestadas respondió que el sexo es la
actividad que mayor placer despierta en su vida diaria.
"La influencia de la vida sexual sobre la felicidad es
estadísticamente comprobable ... y grande", escriben los autores del
nuevo estudio. Según Blanchflower y Oswald, lo que menos divierte
tanto a hombres como a mujeres es la llegada al trabajo.
"Lo que más nos sorprendió es el hecho de que el dinero no ofrece a
su poseedor más amor. Los ricos tienen tanto o tan poco sexo como la
gente con menos dinero", declaró Blanchflower a dpa.
Asimismo ocurre con el número de parejas. El 90 por ciento de los
encuestados, independientemente del dinero que tuvieran, fueron
felices en la cama con una única persona. Los hombres que
practicaron sexo con prostitutas resultaron estar más insatisfechos
que los demás.
"Según se desprende de nuestros datos, la vida amorosa de los
estadounidenses es con diferencia menos dramática que lo que se nos
vende por la televisión o a través de otros medios", concluyen ambos
expertos.
Era de esperar que los casados disfrutaran de más horas de amor que
las personas sin pareja, divorciadas o viudas. Según Blanchflower y
Oswald, todos ellos suman una media de entre dos y tres encuentros
sexuales al mes.
Un año antes de la encuesta, sólo uno de cada diez menores de
cuarenta practicó el sexo cuatro y más veces por semana. El mismo
porcentaje no tuvo ningún encuentro sexual. El colectivo homosexual
no es una excepción en este aspecto.
La única diferencia se encuentra en la formación: Según el estudio,
hombres con un nivel cultural más alto tienen algo menos de sexo que
los menos intelectuales. Las mujeres estadounidenses con un alto
nivel cultural son muy selectivas en la elección de su pareja y
cambian de amante o marido con menor frecuencia que otras mujeres.
Los eternos solteros y los hombres que viven separados de sus
mujeres son lo que más ganas tienen de cambio de pareja.
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