Y sí, parece nomás que el futuro ya llegó. La ya no tan ignota cadena de supermercados Edeka decidió implementar, en todas sus sucursales, un sistema que ya había sido probado con éxito en un pequeño comercio: la posibilidad de que sus clientes paguen con sólo presionar su dedo contra un lector de huellas digitales.
Nuevamente, la realidad iguala e incluso supera a la ficción. Los clientes que deseen pagar de esta manera, primero tendrán dirigirse al banco donde tienen su cuenta, llenar un formulario y plasmar sus huellas digitales. Finalmente, deberán dirigirse al comercio y registrarse.

De ahí en más, cada vez que el cliente realice una compra sólo deberá apoyar su dedo en el lector biométrico. Entonces, el escáner compara la huella del comprador con las almacenadas en su base de datos y los detalles bancarios para autorizar la transacción.

Los pagos efectuados de esta manera son procesados de la misma forma como si fueran realizados con una tarjeta de débito o crédito. Y las huellas son almacenadas en un servidor local, que supuestamente no puede ser hackeado.

Para los compradores es una alternativa muy cómoda: no tienen que acordarse de salir de casa con la billetera o la cartera y ahorra tiempo al pasar por la caja del

supermercado. También es segura porque evita el robo de dinero o de la tarjeta y las desagradables y fraudulentas consecuencias posteriores.

Si bien las posibilidades de que dos personas tengan la misma huella dactilar es de una entre 220 millones, algunas pruebas realizadas en laboratorios afirman que el sistema no es de ninguna manera ciento por ciento seguro.

Un analista japonés llamado Tsutomu Matsumoto experimentó con 11 escáneres biométricos diferentes, mediante el uso de un molde de gelatina. Realizando un molde de un dedo real, e inyectando después gelatina en este molde, se puede obtener una
huella dactilar exacta, que permite acceder al sistema en el 80% de los casos.

Computadoras biométricas
Los sistemas biométricos vienen siendo usados en corporaciones, bancos, aeropuertos, hoteles y hasta en delegaciones policiales, para efectuar el reconocimiento de huellas digitales, rostros o iris. Pero hace unos años que también se sumó a la vida cotidiana de usuarios individuales.

Hace unos años se diseñó el primer mouse biométrico, que sólo funcionaba al leer
la huella dactilar de su dueño. En 2004, Microsoft lanzó un nuevo modelo, al que añadió también un teclado con el lector biométrico incorporado.

La notebook ThinkPad T43 de IBM tiene también un lector de huellas digitales. La idea es brindar mayor seguridad a la hora de usar la computadora portátil Los usuarios deben pasar el dedo por un pequeño sensor para conectarse a sus sistemas, aplicaciones de software, sitios web o bases de datos. El proceso de escaneo lleva sólo unos segundos.