Hitler
probó la bomba atómica
Un nuevo libro sobre el
tercer Reich asegura que fue en 1945, al sur de Alemania, donde
lanzó granadas con cargas nucleares. En su "ensayo" mató a unas
quinientas personas
Una editorial de Múnich anuncia la
resolución de "uno de los mayores misterios del Tercer Reich" con un
libro del historiador Rainer Karlsch que llegó hoy a las librerías
alemanas con la promesa de desvelar que Adolf Hitler estuvo a punto
de desarrollar la bomba atómica.
O, al menos, mucho más cerca de lo que se creía hasta ahora, pues al
terminar la guerra, los aliados ocuparon los laboratorios de los
físicos nazis, y los interrogatorios a los más destacados, Werner
Heisenberg y Carl Friedrich von Weizsaecker, parecieron dejar claro
que Hitler estaba muy lejos de poder usar una bomba atómica.
Cuando el 6 de agosto de 1945 una bomba atómica estadounidense asoló
la ciudad japonesa de Hiroshima, Heisenberg y von Weizsaecker
aseguraron que jamás construyeron para Hitler algo semejante y que
desde 1942 retrasaron los proyectos existentes.
Si lo que cuenta Karlsch en "Hitlers Bombe" es cierto, habría que
reescribir la historia de los nazis y la "superbomba", pues el
investigador asegura que desarrollaron tres ensayos nucleares con
"granadas atómicas", que se habrían cobrado unas 500 víctimas entre
prisioneros de guerra y de campos de concentración.
Eso habría sucedido al final de la guerra, el primero en otoño de
1944 en la isla báltica de Rügen y los otros dos en marzo de 1945 en
Turingia, cerca del campo de concentración de Buchenwald.
En cuatro años de investigación, Karlsch entrevistó a testigos,
estudió imágenes aéreas y mandó analizar muestras de suelo de los
lugares "sospechosos" para probar que los experimentos se hicieron.
Las pruebas nucleares de que habla Karlsch no las dirigieron los
célebres Heisenberg y von Weizsaecker. Otros científicos -Erich
Schumann, Kurt Diebner y Walther Gerlach-, hoy prácticamente
desconocidos, habrían ido por su propio camino para desarrollar una
"mini-bomba" termonuclear.
Karlsch sostiene, además de eso, que el primer reactor nuclear nazi
estaba listo a principios de 1945 en las afueras de Berlín, y que ya
en 1941 físicos del Tercer Reich habrían formulado una patente para
una bomba de plutonio.
Llama la atención cómo la editorial muniquesa Deutsche Verlags-Anstalt
abandonó su habitual discreción para anunciar a bombo y platillo la
publicación del libro, que contendría "resultados sensacionales de
la más reciente investigación histórica".
Y cómo, si hacemos caso de las primeras reseñas del volumen, a la
editorial parece haberle salido el tiro por la culata, hasta el
extremo de que el semanario "Der Spiegel", por ejemplo, sostiene en
su último ejemplar que el único problema del libro es que el
historiador "no puede demostrar sus espectaculares tesis".
Los testigos a los que se refiere Karlsch no son creíbles o no
conocen de primera mano lo que cuentan; los "supuestos documentos
clave" que presenta se pueden interpretar de distintas maneras, y
las mediciones elaboradas por encargo del historiador en los lugares
de los experimentos no son concluyentes, según ese semanario.
Sin embargo, Karlsch insiste en que "es seguro que no hubo un plan
maestro para desarrollar una bomba atómica alemana. Pero también es
seguro que los alemanes fueron los primeros en producir energía
atómica y que al final, exitoso, del desarrollo de las pruebas,
tuvieron un arma nuclear táctica".
"No entiendo las acusaciones de que todo se sabe ya", salió hoy al
paso Karlsch en la presentación del libro, y defendió como novedad
absoluta afirmaciones de su libro como que los nazis sí llegaron a
desarrollar una bomba de hidrógeno.
Uno de los documentos más interesantes descubiertos por Karlsch en
archivos rusos es el manuscrito de un discurso, que se creía
perdido, que pronunció el ministro de Armamento de Hitler, el
arquitecto Albert Speer, en junio de 1942.
Speer afirmaba en ese discurso, pronunciado en una conferencia a la
que asistieron Heisenberg y otros físicos, que "no parece que
podamos descartar... que un día se puedan fabricar explosivos cuya
efectividad supera en millones de veces a los que conocemos".
El libro está escrito en un ameno estilo divulgativo, aporta
numerosas explicaciones científicas y no prescinde de abundar en un
elemento clave de la historia de la "superbomba" de Hitler, como es
su carácter de mito propagandístico para mantener la moral en una
guerra perdida desde la batalla de Stalingrado en 1943.
El autor abre su trabajo con una cita de von Weizsaecker: "La
Historia es algo que en el fondo quizá sólo se puede escribir cuando
hace mucho tiempo que ha pasado todo y ya no vive nadie que pueda
tener un interés actual en cómo tendría que haber sido".
https://www.sitiosargentina.com.ar/hitler&sitesearch=www.sitiosargentina.com.ar&meta=">
mas información sobre Hitler
Fuente:
http://www.infobae.com
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