(En
Plenitud. Por Maribel Pinzón) - Muchos creen que es una condición
humana el saborear el “plato” de otro, y que éste a veces tiene
mejor gusto que el propio. Algunos estudios demostraron que estas
mujeres buscan algo que las otras tienen. Es decir que piensan que
si una mujer está con ese hombre, algo debe tener como para tentarse
a tener una relación con él y averiguarlo.
Esto sucede todo el tiempo. Quizás sea
por envidia, pero no es la única explicación. Es frecuente que si
una mujer entra a un restaurante o a un bar acompañada de un hombre,
inmediatamente las otras mujeres comenzarán a mirarlo, probablemente
porque asumen que ellas son más sexies y lindas que la mujer que
acompaña al hombre y por eso requieren su atención.
Estas mujeres suelen amar el desafío,
la emoción y jugar con los límites. Por eso creen que tener sexo con
otro hombre (si es casado mejor) es como probar un plato exótico
cada tanto, y no comer pollo todos los días.
La excitación de lo prohibido
Existen muchos ejemplos. Uno de ellos
lo cuenta Eugenia, médica en un hospital privado, que admite que
tuvo sexo con un hombre casado que trabajaba con ella. “Era muy
divertido porque tuvimos que tener mucho cuidado de que no nos
descubrieran. Hacerlo de esa manera tan rápida en el horario del
almuerzo me causaba mucha excitación.” Ella admite que tuvo muchos
momentos de diversión hasta que él se empezó a comportar de una
manera posesiva y lo mejor fue terminar con esa relación.
Además admite que siempre le pareció
inmoral el comportamiento de las mujeres que salían con hombres
casados, pero aclara que “existe una diferencia en salir con alguien
casado que en tener relaciones sexuales ocasionales sin involucrarse
con esa persona”.
Soy mejor que ella
Muchos hombres suelen contarles a sus
amantes todas las cosas que solían hacer en la cama con sus esposas,
y ya no hacen. Es una manera de hacerles saber lo que realmente les
gusta que le hagan y hace mucho que no lo pueden concretar.
De esta manera la mujer “amante”
busca competir con la mujer “esposa”, y lograr desempeñarse mejor.
Lo único que quieren es ganar, ganarle a esa otra mujer.
Y a los hombres les gusta ver que
están compitiendo por él sin saberlo.
Igualmente las mujeres “amantes”
notarán que en realidad nunca ganarán esa carrera y que están
compitiendo contra algo imposible de lograr: quedarse con ese
hombre.
Pero a muchas no les importa y siguen
adelante con esa empresa.
El sí que sabe lo que una mujer
quiere
También existen mujeres que creen que
el anillo de casado le da al hombre una mayor experiencia sexual por
haberse acostado durante tanto tiempo con la misma mujer.
Algunas mujeres empiezan a salir con
ese hombre sin saber que están casados realmente. Mireylis, por
ejemplo, cuenta: “Salí por cuatro meses con un hombre sin saber que
era casado, hasta que un día se olvidó de sacarse el anillo.
Igualmente eso no me importó y luego de que me enteré comenzó a
tratarme como a una reina, mucho mejor que antes.”
Cuando se le pregunto si ella amaba a
ese hombre contestó: “¿Amarlo? Sí seguro, pero por ese momento. Él
me hizo dar cuenta de que nunca debo confiar en un hombre. Por lo
menos sé que tiene una esposa en la casa y no me preocupo por ver
con quién sale y si me puede engañar. Además él sabe que no tiene
ningún derecho a ser celoso o posesivo. Así que, mientras, puedo
vivir mi vida sin ataduras”.
Además asegura que “es maravilloso
tener sexo con él ya que se desempeña mejor en la cama, haciendo
cosas que jamás se animaría a hacer con su esposa.”
Sólo se trata de sexo
Muchas desean que ese hombre casado
deje a su esposa y comience una nueva vida con su amante. Pero
algunos se equivocan al tomar esa decisión.
Muchos creen que pueden comenzar una
nueva vida con sus amantes pero al dejar a su esposa sienten que en
realidad lo que les sucede con su amante no es amor, sino algo
carnal, algo físico.
El sexo con un hombre casado debe
recordarles a las mujeres que sólo se trata de sexo. Una vez que se
transforma en una relación verdadera las cosas cambian, comienzan a
ser celosos, posesivos, y después de todo hay que pensar que por
algo engañó a su mujer, por lo que podría pasar lo mismo con ellas.
Muchas veces las mujeres llaman a los
hombres “cerdos” y dicen que son todos iguales, que engañan a sus
mujeres.
Pero cuando una mujer duerme con un
hombre casado, aunque crea que en realidad es pura responsabilidad
de él, ¿qué es lo que está haciendo? ¿Acaso no es lo mismo?
El consejo, entonces, tanto para los
hombres casados o para las mujeres engañadas: es cambiar las rutinas
e ir de vez en cuando a algún hotel alojamiento para cumplir todas
las fantasías de ambos y sentir que están teniendo sexo con una
persona totalmente desconocida