El
ingenio y la competencia impulsan los nuevos negocios. Esa idea es,
precisamente, la que mueve unas de las tendencias turísticas que,
aún con tibieza, se va instalando en el país: los hoteles temáticos.
Ya sea para competir con grandes cadenas
o seducir a un público específico, se hace presente un concepto
diferente de alojamiento, que brinda no sólo el hospedaje y los
servicios regulares de la hotelería, sino además una ambientación
(cuadros, empapelados, instrumentos o muestras) dedicada a un tópico
particular, que se combina con actividades y cursos
relacionados.
Existen muchos antecedentes de ese
tipo de hoteles, siendo quizás Las Vegas (Estados Unidos) el gran
centro impulsor de ellos. Allí las temáticas y ambientaciones
son tan variadas como impresionantes por la majestuosidad de las
construcciones. Ejemplos de ello son el Cesar Park y su decoración
al estilo del Imperio Romano, el Circus Hotel con sus
ornamentaciones circenses y el Luxor que recuerda la época faraónica
desde su forma piramidal.
A nivel local, Buenos Aires parece
picar en punta en esa apuesta, con establecimientos hoteleros
volcados al tango, el arte y la creatividad. Pero no es la única
ciudad, ya que algunos destinos del interior también se perfilan
como pioneros a través de propuestas vinculadas al vino y las
culturas indígenas locales.
Dormir al ritmo del 2x4
El tango quiere erigirse como la
marca distintiva del país, y también de la Ciudad de Buenos Aires.
En ese contexto, surgen diversos establecimientos dedicados a esa
actividad como el Abasto Plaza Hotel, en un barrio que sabe
de milonga.
En la planta baja de sus 19 pisos, el
lujo de este cinco estrellas se observa desde el lobby que recibe a
los viajeros con una
. Las muestras varían regularmente,
siempre con obras relacionadas al "Tango y Buenos Aires".
Entre sus 126 elegantes habitaciones, se
distribuyen varios salones de eventos que, con sus nombres, rinden
homenaje a varios de los más importantes exponentes del tango:
Mariano Mores, Homero Manzi, Piazzolla, Discépolo, Pugliese y
Cadicamo. En el más grande de esos ambientes, reposan imágenes
premiadas del fotógrafo Waisgold, dando un toque especial siempre en
la temática.La oferta en su
restaurante de impecable decoración también recuerda la temática,
con el plato "Auténtica Perla Tanguera" (escalopes de ternera
al jerez, con espinacas salteadas, panceta crocante y champignones
salteados) o el postre "Cafetín de Buenos Aires" (consistente en un
brownie tibio, acompañado de helado de crema, sobre salsa de
caramelo).
El ambiente "Jardín de Invierno"
ofrece también su homenaje al viejo Mercado de Abasto,
mediante un mural en color sepia donde se retrataron imágenes del
pasado. En ese contexto, se dictan allí clases gratuitas de tango
para los huéspedes que quieran aprender los tips de ese baile. En su
segundo piso, pueden observarse imágenes de Piazzolla que acompañan
otras serigrafías del artista Pérez Becerra.
Un sueño creativo
La residencia porteña Casa Jardín
se jacta de buscar su público entre los viajeros que quieran
compartir un espacio de muestras artísticas como fotografía,
pintura y diseño, según se lee en su sitio de Internet.
Un poco más retirado del microcentro,
a pocos metros del Jardín Botánico y de Palermo Soho, entre calles
arboladas, sus habitaciones conservan el estilo de construcción
francés que impusieron los inmigrantes europeos de principios
del 1900 a la arquitectura de Buenos Aires.
Las instalaciones cuentan con
habitaciones individuales y compartidas, jardín con parrilla para
asados, sala de estudio y otros espacios comunes que invitan a
encontrarse y compartir parte de la cultura de la ciudad.
En tal sentido, se organizan en forma
permanente cursos artísticas, fiestas temáticas, exposiciones de
pintura, talleres abiertos y emisiones de video. La creatividad
que flota en el ambiente a cada paso se complementa con ciclos
musicales en vivo.
Hotel pop
Boquitas Pintadas rinde tributo al
escritor Manuel Puig, en un espacio que busca unir el confort y
el arte desde los muebles hasta la participación de diferentes
expositores, que incluso venden sus obras allí mismo.
En pleno barrio porteño de Monserrat,
se levanta esta mansión de principios de siglo, que cuenta
con un restaurante-salón denominado Greta Garbo (sirven
platos criollos y germanos, entre otos). Su escalera caracol también
fue bautizada en la temática, en este caso con el nombre de
Alfred Hitchcock.
Para no ser menos, las habitaciones
se presentan como Gilda, Suite Royal, Santería, Diana Romm y
Chamber of Roses, con precios que oscilan entre 120 y 285 pesos
por noche.
El establecimiento reúne el diseño de
los años sesenta y setenta con el del 2000, y "desemboca suavemente
en el chamamé del elegante gamour-artisto-pop creado por
arquitectos, pintores, fotógrafos, escultores, diseñadores gráficos,
escritores, historietistas, diskjockeys y músicos", indica su página
web.
Pasar la noche en una "galería de
arte"
El Art Hotel es otro de los
novedosos hoteles temáticos sobre arte de Buenos Aires, en el barrio
de Recoleta.
Emplazado en un edificio de 1929,
remodelado, susa ambientes siguen la estructura original de lo que
supo ser una casa de familia. Sus 36 habitaciones lucen decoradas
con obras de artistas argentinos.
En la planta baja, funciona una
galería de arte, donde periódicamente exhiben muestras de
pintura, dibujos y fotografías, abiertas a los huéspedes y al
público en general. Incluso la gran mayoría de sus espacios lucen en
las paredes cuadros, y casi todas se encuentran a la venta.
Entre Borges y la cultura
formoseña
El Asterión Hotel es un
establecimiento de 3 estrellas superior, sobre la Ruta Nacional
número 11, después del aeropuerto de Formosa y en el acceso a la
capital provincial. Su ubicación lo hace adecuado para el viajero
que se dirige tanto hacia el Paraguay como a Salta.
En sus instalaciones (30
habitaciones, algunas de ellas aún en construcción) se exhiben y
comercializa artesanías legítimas de las comunidades aborígenes del
oeste provincial (etnia wichí) como también artesanía fina en
cuero, yica y chaguar, dulces y licores locales, elaborados con
calidad y buen gusto.
Se jacta de ser el primer hotel
temático del nordeste argentino dedicado a la obra literaria de
Jorge Luis Borges y la cultura de Formosa. Por ello, quienes
allí se alojan combinan el placer del descanso y el relax, con un
espacio de cultura y esteticidad local.
Uno de sus dueños es una profesora de
Letras y de allí se explica el aspecto borgeano del hotel (su nombre
deriva de "La casa de Asterión", versión del famoso escritor sobre
el mito cretense del Minotauro).
Una biblioteca con obras de Borges
invita a la lectura, compartir sus escritos y, por qué no,
discutirlos. Además, cada tanto se ponen en escena algunos de sus
poemas, con las actuaciones de artistas locales. El precio de
las habitación doble, por noche, ronda los 80 pesos.
En Mendoza, se duerme con vino
Una alternativa que aprecia la
particularidad de sus región es el Apart Hotel San Martín, en
el centro turístico mendocino de San Rafael, donde la
vitivinicultura es el motivo que domina sus ambientes.
En una de las avenidas más
importantes de la ciudad, el edificio fue construido y decorado con
una concepción moderna y minimalista, donde reinan los
coloras claros para acompañar el descanso.
Cuenta con departamentos totalmente
equipados (de una a seis personas, desde 90 a 238 pesos diarios) y
cálidas habitaciones (entre 74 y 180 pesos por noche). En un predio
frente al hotel, hay un quincho con asador y una pileta exclusiva
para los huéspedes.
Entre sus actividades temáticas, las
degustaciones y cursos de cata de vino no defraudan a los
huéspedes.
Pero también se ofrecen diversas
excursiones (sobre todo de aventura), aunque la especialidad son los
recorridos por las bodegas cercanas, donde se producen
algunos afamados vinos de reconocimiento internacional. Varios de
ellos pueden disfrutarse al pie de los toneles de roble que le dan
un sabor único