Llevan a la TV la historia de un soldado inglés que peleó en Malvinas,
se retiró y se convirtió en "baby sitter"
Veterano de
Malvinas, Mark Burnett renunció al ejército y viajó a los EE.UU. a
buscar un empleo militar. Pero antes de llegar, cambió de idea y se
“alistó” como niñero. Ahora, la TV norteamericana está a punto de
convertir su historia en una serie: “Commando nanny”
¿Qué tienen en común Mary Poppins y el
ex integrante del Regimiento de Paracaidistas del ejército británico
Mark Burnett? A priori, nada. Sin embargo, en realidad, comparten una
vocación y un desempeño: ambos son excelentes niñeras. Y, además, sus
historias inspiraron sendos guiones cinematográficos. Tal vez, Mark
Burnett, quien antes de trabajar como "baby sitter" sirvió como
miembro del Regimiento de Paracaidistas de Gran Bretaña durante la
guerra de Malvinas, no sea tan famoso como Mary Poppins. Pero eso
podría cambiar pronto: la Warner Brothers encargó el piloto de una
comedia basada en su historia personal. Y si la prueba resulta, detrás
vendrá una serie basada en sus aventuras en Los Angeles, Estados
Unidos, donde Burnett trabaja como niñero de niños ricos, en el
exclusivo barrio de Beverly Hills.
¿Cómo fue que un ex militar terminó cuidando a los tres hijos de un
poderoso empresario inmobiliario estadounidense? “Me alisté en el
Ejército cuando apenas tenía 17 años y lo dejé en 1982, después de
cinco años de carrera militar”, cuenta Burnett, que tiene 43 años y
vive en Malibu, en la costa californiana. Recién retirado, se fue a
Los Angeles, con la idea de aplicar su experiencia militar a la
búsqueda de un trabajo en América Central, por entonces atravesada por
la serie de guerras civiles que afectaron a El Salvador, Nicaragua y
Guatemala. Sin embargo, un rato antes de despegar del aeropuerto de
Heathrow, en Londres, Inglaterra, su madre le dijo: “No nos hagas
pasar otra vez por el infierno militar”. Burnett, que es hijo único y
adora a sus padres, pasó las once horas que dura el viaje pensando en
las palabras de su madre.
Cuando llegó a California, ya había tomado la decisión: se ganaría la
vida de otra manera. Así fue que empezó a buscar trabajo en Los
Angeles. Unos amigos le hablaron de una pareja adinerada de Beverly
Hills que necesitaba una niñera para cuidar a dos adolescentes, hijos
de los primeros matrimonios de la pareja, y al bebé que tenían en
conjunto. “Les aseguré que mi experiencia como soldado era garantía de
limpieza”, les dijo Burnett durante su primera entrevista, minimizando
posibles incompatibilidades, sobrevendiendo la importancia que las
fuerzas armadas le dan a los zapatos lustrados, a los pantalones bien
planchados y a los suelos impecables. El padre de la familia no estaba
impresionado: “Por la manera en que me miraba, parecía estar pensando
que yo no iba a durar más de dos semanas’”, recuerda Burnett.
Sin embargo, la esposa del empresario, mucho más joven y de mentalidad
más abierta, estaba dispuesta a ayudarlo. “Se convirtió en mi
defensora. Mucho más liberal, le gustaba la idea de que alguien como
yo cuidara a sus chicos,” agrega el ex militar. Después de empezar a
cuidar chicos durante medio día, Burnett se dio cuenta de que el
trabajo le gustaba bastante y tomó otros empleos similares en otras
casas de Los Angeles. “Hasta entonces, nunca había visto un
lavaplatos”, dice. Tenía su propio cuarto con baño, un teléfono, un
televisor y un Mercedes Benz a su servicio, además y 125 dólares a la
semana: un trato nada desdeñable. “Venía de un hogar de clase
trabajadora en Dagenham y aterricé en el medio del lujo”. Sin embargo,
limpiaba tan mal que pronto contrataron a otra persona para que se
encargara limpiar.
Su nuevo trabajo tenía algunas similitudes con el ejército: estaba de
guardia casi todos los días. “No había horarios. Estás despierto desde
las 6 de la mañana hasta las 10 de la noche, pero como me encantan los
chicos, no me molestaba. La pasaba muy bien,” asegura Burnett. Muchas
veces descubría que era el único varón entre todas las niñeras y
madres que llevaban a los chicos al parque. Dice que utilizaba el
humor como una manera de disciplinar a los chicos y, destaca, no tenía
que usar uniforme. “En mi casa me alentaron a pensar que podía hacer
cualquier cosa. Me criaron con amor y ética...”, dice. Incluso a sus
padres les sorprendía su nuevo rol, pero lo entendían. “Siempre
pensaron que era un chiflado. También me habían dicho que alistarme
como paracaidista era un disparate...”, recuerda.
Burnett renunció a su primer empleo cuando sintió que el bebé se
estaba apegando demasiado a él. “A la larga, no habría sido saludable.
Yo no era su papá”, dice el ex militar, que ahora tiene sus propios
hijos. Los amigos que había hecho en la guerra creían que los estaba
cargando cuando les contaba sobre su nueva profesión. Ninguno siguió
el mismo camino: la mayoría se inclinó por hacer carrera en la policía
y las fuerzas de seguridad; incluso, algunos trabajan como
guardaespaldas de las cadenas de TV CNN y NBC en Bagdad, Irak. Tras su
experiencia como niñero, Burnett cambió se anotó en una carrera de
aventura que recorrió el mundo y documentó su participación en video.
La filmación fue un éxito y le abrió camino en el mundo de la
producción televisiva. Luego, fue productor del reality show “Survivor”.
Hoy tiene su propia productora, consagrada de lleno al casting de
“Commando Nanny” (“Niñera comando”).
© The Guardian
Traducción de Claudia Martínez
|
|