Aplicación médica de los LEDs.
Los LEDs, los populares
diodos emisores de luz que se emplean frecuentemente en la industria
electrónica, tienen una sorprendente aplicación médica.
(Noticias de la Ciencia y la Tecnología) La tecnología de diodos
emisores de luz diseñada para propiciar el crecimiento de plantas en
el espacio puede tener una aplicación terapéutica. Ya se han iniciado
las pruebas clínicas en pacientes jóvenes afectados por cáncer que
fueron tratados con un transplante de médula ósea. La primera ronda de
ensayos ha sido muy esperanzadora.
El dispositivo tiene un aspecto extraño. Está cubierto por luces rojas
brillantes, que al ser aproximadas a la cara del paciente, hacen que
éste vea disminuido el dolor y la incomodidad asociados con el
tratamiento contra el cáncer.
Las luces son simples LEDs (diodos emisores de luz), de amplia
utilización en la industria electrónica. Los investigadores americanos
del Marshall Space Flight Center descubrieron hace tiempo que tienen
asimismo aplicaciones médicas muy prometedoras.
En efecto, cuando las células son expuestas a la luz emitida en el
infrarrojo cercano (energía justo fuera del rango visible) por los
LEDs, crecen entre un 150 y un 200 por ciento más rápido que aquellas
células no estimuladas por dicha luz. La luz incrementa la energía
interior de las células, acelerando su crecimiento y con ello el
proceso de curación.
Los pacientes jóvenes que han sufrido un transplante de médula ósea
debido al cáncer, deben ser tratados con quimioterapia y/o
radioterapia, lo cual causa diversos efectos secundarios, como la
mucositis oral. Se producen ulceraciones en la boca y la garganta,
acompañadas de intenso dolor y, en ocasiones, de inflamación en todo
el tracto gastro-intestinal. Un niño verá muy dificultadas las
acciones de comer y masticar, afectando a su salud.
Gracias a la aplicación de la luz producida por los LEDs, el problema
de la mucositis se ve muy reducido y puede incluso prevenirse. De
todas formas, son necesarias aún muchas pruebas clínicas que se
prolongarán durante al menos tres años.
En las ya realizadas, los expertos examinaron la boca, la lengua y la
garganta de los pacientes antes del tratamiento. También se les pidió
que determinaran el nivel de dolor que sentían. Cada paciente recibió
después un minuto de terapia LED el mismo día del transplante de
médula ósea, y a continuación diariamente durante dos semanas.
El dispositivo es portátil y funciona enfocándolo simplemente sobre la
mejilla del paciente. No se trató la garganta para que pudiera servir
como control de los resultados.
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