Ante la amenaza de una nueva versión más incómoda del navegador de Microsoft, un grupo de usuarios de Internet se está organizando para presionar al gigante del software.

La gran cantidad de horas de trabajo y las molestias que supondría tener que cambiar el código fuente de millones de páginas web para adaptarlas a la próxima nueva versión del Internet Explorer han provocado el nacimiento de un movimiento que intenta unir a webmasters y usuarios en contra de los cambios anunciados por Microsoft en su navegador web.

El origen de todo data del mes de septiembre, cuando Eolas consiguió un dictamen favorable contra Microsoft, a la que acusaba de violar con Internet Explorer una de sus patentes.

La patente hacía referencia a cualquier método usado para ejecutar de manera transparente aplicaciones externas al navegador y que estuvieran embebidas en una página web.

Debido a ello y con la intención de no pagar un duro de más a Eolas, Microsoft anunció que iba a cambiar determinados aspectos de su navegador de manera que la ejecución de estos componentes no fuera automática, sino a través de una ventana previa de aceptación.

Microsoft también anunció que pondría a disposición de los webmasters una serie de trucos para saltarse dicha ventana sin que la empresa de Redmond pudiera ser acusada de infringir ningún tipo de patente.

No obstante algunos usuarios ven tras dicha solución oscuroas intenciones por parte de Microsoft, que con el futuro lanzamiento de Windows Longhorn, y la inclusión de Sparkle, podrían intentar arrebatar la hegemonía de Macromedia Flash.

Sin duda la solución es la más económica para Microsoft, pero muy molesta para los webmasters, que deberán retocar miles de millones de páginas web que incorporan contenidos de este tipo.

Es por ello que algunos usuarios se están organizando con la intención de presionar a Microsoft. A modo de ejemplo la protesta organizada por "Almas.tv" se centra en el coste que tendrá para todos la política de Microsoft en favor de que cualquiera que disponga de una patente pueda poner en peligro la libre construcción de una red para todos