Boca campeón
Le ganó 2 a 1 a Arsenal con goles de
Colautti y Donnet y se aseguró el Apertura, faltandos dos fechas para
el final. En un partido parejo, encontró los goles en el momento
justo. Después de liderar el campeonato de punta a punta, Boca
consiguió el vigésimo título de su historia.
Faltaba sólo
el último golpe, el que terminara de asegurar la historia. Porque la
verdad es que Boca había empezado hace un tiempo largo a ser campeón
de este Apertura. Por ejemplo cuando en la segunda fecha aplastó a
Central, o cuando le ganó sin atenuantes a River en el Monumental.
Cuando se sacó de encima a San Lorenzo y le quitó la última chance de
pelear arriba. Todo fue sumando para llevarse el título, pero había
que dar el último golpe. Y hoy, ante Arsenal, el equipo de Bianchi
puso ese último ladrillo para hacer realidad su sueño de campeón.
- Con goles de
Colautti y Donnet, el equipo de Bianchi venció por 2 a 1 a
Arsenal en cancha de Racing; obtuvo su vigésimo título local
Desde el comienzo fue un partido con mucha presión
en la mitad de la cancha. Pero Boca, a diferencia de otros días, había
salido decidido a arriesgar para llevarse los tres puntos.
Perea y Clemente Rodríguez jugaban casi como dos mediocampistas más y
aportaban en ataque. Claro que eso implicaba descuidarse atrás.
Y la primera clara fue para Arsenal. Llegó a los 4 minutos,
después de una pelota que perdió Cascini en la mitad de la cancha. El
contraataque fue muy rápido y después de un par de toques Vilallonga
quedó solo ante el arquero, pero su tiro se fue por arriba. Estuvo muy
cerca.
Después Boca respondió. A los 6, Limia tuvo que esforzarse
mucho para manotear un cabezazo de Schiavi que se le colaba por
arriba. Un minuto Después, Donnet dejó a Iarley sólo en el área, pero
nadie llegó al centro atrás del brasileño. Arsenal tenía dudas en
defensa y Boca había comenzado a ponerlas en evidencia.
El partido era de ida y vuelta, con llegadas para los dos.
Vilallonga volvió a estar cerca en un desborde por derecha que
sorprendió, otra vez, a la mal parada a la última línea de Boca.
Después de esos primeros diez minutos de infierno, los dos bajaron
un poco el ritmo. Como si hubieran sentido los 30 grados de
temperatura y hubieran aparecido, de golpe, los temores.
Pero a los 24, cuando todo parecía quieto, Boca apareció para
definir la historia. Donnet le puso una pelota perfecta a Colautti,
para dejarlo solo ante Limia con la pelota picando. Y entonces el
chico, el que empezó en Boca y en su momento se tuvo que ir porque no
tenía lugar, vio su momento de gloria. La tocó por encima del arquero
suavemente y la pelota se metió en el ángulo izquierdo. Un golazo para
empezar a gritar campeón.
Después, Boca se relajó y no buscó liquidarlo. Al contrario, le
cedió espacios a Arsenal, pero más allá de alguna chance aislada el
equipo de Burruchaga no preocupó a Abbondanzieri.
El resto del primer tiempo se fue así sin el vértigo de los
primeros minutos, con dos equipos que terminaron más preocupados
por marcarse que por generar algo en el área de enfrente. Claro, a
Boca le bastaba para asegurarse un campeonato que ya hace mucho empezó
a ganar. Quedaba por ver si Arsenal podía hacer algo para torcer la
historia.
Estaba claro que no podía. El segundo tiempo era un trámite aburrido,
sin claridad de ninguno de los dos. Entonces, a Boca le tocó
aprovechar un grosero error del rival. Fue a los 19, cuando un
tiro de Donnet, que parecía fácil, se le metió al arquero Limia. Era
el 2 a 0 y la historia parecía liquidada.
Todavía, sin embargo, el equipo de Bianchi tuvo que sufrir. Porque a
los 32 Baldassi cobró erróneamente un penal para Arsenal, que Cristian
Gómez convirtió en gol para el 2 a 1.
Después llegaron los mejores minutos de Arsenal en el partido, los
peores de Boca. El equipo de Burruchaga estuvo realmente cerca del
empate. Hubo un desborde de Romero que tapó Abbondanzieri y un tiro de
Zuleta que dio en el palo cuando el arquero no tenía nada que hacer.
Entonces Boca metió, como sabe. Para terminar de liquidar una
historia que se la había complicado un poco. No hubiera sido justo
otro desenlace. Porque fue claramente el mejor, hoy y en el
resto del campeonato. Y era tiempo de festejar, antes de empezar a
pensar que todavía está el partido contra el Milan en Tokio. Y que
la gloria puede ser todavía más grande.
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