Agregar pagina a Sitios ArgentinaComo publicitar aquí   │  Noticias & medios   │  Contacto

 

Sitios Argentina - Notas & Noticias Destacadas

 
Cada vez más mujeres argentinas eligen parir sin anestesia en la intimidad de sus casas

Una mala experiencia médica o el deseo de que sus bebés nazcan en la intimidad, impulsa a muchas familias a tener a sus hijos en su casa. Claro que, antes, deben realizar todos los controles previos y, durante el parto, disponer de un equipo médico listo para actuar.

Aunque la decisión implica una gran responsabilidad, cada vez son más las parejas que juegan un rol “activo” en el nacimiento de sus hijos. A la mayoría de los padres que eligen tener a sus hijos en sus casas, los emociona recibir al bebé en la intimidad de su ambiente, en clara contraposición con la incomparable asepsia hospitalaria, más fría y ajena. “Cuando mi hija nació, yo estaba en cuclillas, sostenida del cuello de su papá, que estaba parado atrás mío. La partera la recibió casi en el piso. Pesó 3,6 kilos y, apenas el papá cortó el cordón, la puse al pecho. No sufrí episiotomía, no me rasuraron ni recibí suero. Ningún método invasivo”, cuenta María Laura (www.planetamama.com/wwwboard17/messages/504.html).

La decisión no es sencilla. En algunos casos, incluso, se toma a último momento: “Yo no sabía si el parto iba a ser en casa o no. No me animaba, tenía miedo... Pero una vez que empezó el baile, sólo nos pusimos a bailar,” explica, por su parte, Claudia Goldman (www.dandoaluz.com.ar/testimonios/test.clau.htm). El miedo deriva del riesgo cierto de que surjan complicaciones que difícilmente puedan solucionarse en la casa y del evidente y valiosísimo tiempo que, en tal caso, podría perderse en trasladar a la madre y al niño al centro médico más cercano. Aunque en la Argentina no existen datos sobre la cantidad de partos hogareños realizados, en países como, por ejemplo, Holanda, uno de cada tres chicos nace en su casa.

En Buenos Aires, un parto domiciliario puede costar entre mil y cinco mil pesos, dependiendo del número de profesionales que integre el equipo a cargo del nacimiento. “El parto es un hecho fisiológico, cotidiano y natural. Hasta hace cincuenta años, todos los nacimientos sucedían en los hogares,” dice Raquel Schallman, obstétrica de la Ciudad de Buenos Aires (http://partolibre.com.ar), que atiende partos domiciliarios desde 1985. “Los casos de muerte durante el parto terminaron llevando los nacimientos a las instituciones asistenciales, pero el nivel de intervención actual es tan grande que hemos vuelto a las mismas cifras de entonces”, explica Schallman, ferviente defensora del “parto casero”.

Enrique Salama, médico especialista en ginecología y obstetricia (www.procrearte.com), aclara que este tipo de nacimientos sólo puede llevarse a cabo “allí donde los indicadores sanitarios han superado las necesidades básicas”. Vale como ejemplo el caso de Ariela Siri, quien realizó la friolera de 38 horas de trabajo de parto en su propia casa. “Al principio, era lindo, prendimos velas, me metí en la bañadera para controlar las contracciones; charlamos, comimos, etc.. Pero, con las horas, el dolor se volvió insoportable,” explicó Siri. Por eso decidió ir al hospital, donde recibió anestesia. Hoy, con su segundo hijo en camino, confiesa: “Prefiero la anestesia al dolor. Y no tener un equipo medico en el lugar por si pasa algo, me intranquiliza”.

“Cuando empieza el trabajo de parto en la casa, la mujer juega de local: no tiene que trasladarse a ningún lado. Cualquiera que sabe algo de fútbol sabe que eso es una ventaja”, grafica Salama. Esto implica que puede llamar a un vecino, a una amiga, tener a la familia cerca y personal sanitario o paramédico, como, por ejemplo, una obstétrica, a mano. “Y es imprescindible contar con una ambulancia parada en la puerta de la casa para, si es necesario, llegar en cinco o diez minutos al hospital”, agrega Salama. El parto domiciliario tiene dos características principales: la intimidad y el respeto por el reflejo de expulsión del bebé, ya que la labor de aquellos que atienden el parto está encaminada a acompañar el trabajo, sin interferir.

En este tipo de nacimientos, no se suministran medicamentos para provocar contracciones ni para aliviar dolores; sólo agua como analgésico. Cuando nace el bebé, se entrega de inmediato a la madre. “Lo más urgente es juntarlos. Todo lo demás, se hace con el bebé sobre la mamá”, explica la doctora Schallman. En general, hay un neonatólogo que constata que todo esté bien y, luego, llega el pediatra. El doctor Salama explica que el parto domiciliario actual no tiene nada que ver con su homónimo de antaño: “Hay que evitar complicaciones de tipo perinatal con un adecuado control prenatal que se hace en el hospital”, dice. Y agrega que, “en los pacientes de bajo riesgo, tener un bebé en su casa ofrece los mismos resultados que tenerlo en un centro de alta complejidad”.

Compartir este articulo :

 

 

 

 

Home  |  Cómo incluir tu Pagina aquí  |  Noticias & Actualidad  |  Publicidad & Consultas
 
© Copyright 2001 - 2021 Sitios Argentina .com.ar | Permitido el uso del contenido citando la fuente.