Compraban riñones
en Brasil a US$ 13 mil y los trasplantaban en Sudáfrica: están presos
Un
brasileño oriundo de la ciudad de Recife, la capital del estado de
Pernambuco, al nordeste del país, relató ayer a la cadena local de
televisión por cable Globonews la venta y posterior extracción de uno
de sus riñones, realizada en una clínica privada de Durban, en
Sudáfrica. Sin mostrar su rostro y con la voz electrónicamente
camuflada, el hombre mostró en cámara "la cicatriz de 40 centímetros"
que le dejó el “negocio”. Curiosamente, semejante exhibición fue
realizada apenas dos días después de que la policía de Durban
arrestara a once personas (nueve brasileños y dos israelíes), acusadas
de integrar una red internacional de tráfico de órganos humanos.
El brasileño que testimonió la venta y extracción de su riñón no fue
identificado, pero dijo que fue operado "en noviembre de 2002" y
aseguró que su órgano "había sido implantado a un iraquí". El hombre
precisó que no recibió el dinero de la venta hasta que volvió a
Brasil. “Me pagaron 40 mil reales (unos 13 mil dólares)", aseguró, y
agregó que la propuesta, efectuada en Recife, fue "muy tentadora" para
él, cuya situación financiera "es desastrosa”. El hombre afirmó que
"un capitán de la Policía Militar (PM) de Recife, de quien solamente
mencionó su nombre (Ivan), y su esposa, habían oficiado como
intermediarios entre el vendedor y los compradores, además de ayudarlo
a conseguir el pasaporte para viajar a Sudáfrica.
El miércoles, la policía de Recife informó que los once detenidos
estaban dedicados de lleno a reclutar voluntarios dispuestos a vender
uno de sus riñones. Después de realizarles los exámenes médicos y las
pruebas de compatibilidad sanguínea con los posibles receptores de sus
órganos, los candidatos seleccionados eran enviados a Durban para que
les extrajeran el órgano. Las autoridades brasileñas estiman que no
menos de 30 personas de la región de Recife habrían vendido uno de sus
riñones y aseguraron que todos fueron identificados y serán arrestados
en las próximas horas. La identidad de los acusados se mantiene en
reserva a pedido de la Justicia.
La investigación, denominada “Operación Bisturí”, se viene realizando
en secreto desde hace nueve meses. Las primeras pistas surgieron de
una denuncia anónima recibida por correo electrónico en un
destacamento policial. Las once personas interrogadas fueron acusadas
por “extracción y venta de órganos”. Y como la legislación brasileña
prohíbe la comercialización de órganos, aún con el consentimiento del
donante, seguramente serán condenados con dureza. En cambio, al igual
que en la Argentina, la ley autoriza la donación de órganos después de
la muerte con el consentimiento de la familia. Y sólo en casos
excepcionales permite la donación de órganos entre personas vivas, en
general, entre familiares.
Fuente: AFP
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