EE.UU.: el nuevo
paquete de leyes “antispam” exige a los usuarios un cambio de hábito
Las nuevas
leyes aprobadas por el Congreso de los Estados Unidos para frenar la
avalancha de correo basura no tienen ninguna chance de lograr su
objetivo si los usuarios no se involucran en la cruzada. Hasta no hace
mucho, mientras el flujo de mensajes que promocionaban desde
medicamentos milagrosos hasta préstamos increíbles, los expertos
advertían sobre la inconveniencia de responder a esos mensajes para
exigir que cesaran. La razón es que, precisamente, los expendedores de
“spam” consideran a esas respuestas lisas y llanas comprobaciones de
que sus mensajes fueron efectivamente recibidos. Acto seguido, las
casillas de los usuarios quejosos resultaban invadidas con mensajes y
más mensajes. Pero las leyes aprobadas el lunes pasado por el Congreso
estadounidense exigen a aquellos que envían mensajes no solicitados
que incluyan un mecanismo para que los destinatarios puedan hacerles
saber que no desean recibir más su molesta correspondencia, lo que
implica que los usuarios ignoren años y años de cuidadoso
adiestramiento en la batalla contra el correo basura. “Exigirá un
cambio de conducta'', admitió la representante republicana Heather
Wilson, una de las patrocinadoras del paquete de leyes. Por su parte,
el presidente norteamericano George W. Bush indicó que piensa
promulgar la medida, alineado con la estrategia desplegada por su Casa
Blanca, que acaba de modernizar su propio sistema de correo
electrónico tras una invasión de spam. Los casilleros electrónicos
congestionados con propaganda se han convertido en una fuente de
irritación para los usuarios de Internet, una sobrecarga
presupuestaria para las empresas y uno de los blancos favoritos de las
campañas electorales y contraelectorales. El proyecto de ley es una de
las medidas más importantes, en relación a Internet, aprobadas durante
la administración Bush, ya que alienta a la Comisión Federal de
Comercio a crear una lista de remitentes de correo basura y pauta
penas de hasta 5 años de cárcel, aunque sólo “en circunstancias
especiales”. “La mayor parte de la gente está contenta de que el
proyecto haya enfilado tan pronto hacia el despacho del presidente”,
dijo Alan Davidson del Centro por la Democracia y la Tecnología, con
sede en Washington, EE.UU.
Mientras tanto, la lucha civil contra el correo basura también se
extiende en todo el mundo y las recomendaciones para evitar
convertirse en una víctima del mal arrecian en la red. Todos los
decálogos de medidas a tomar sugieren no exhibir en público la
dirección de correo electrónico, ya que los remitentes de ese tipo de
mensajes emplean programas que les permiten recolectar direcciones
válidas en forma automática. Incluso, se propone estudiar la
posibilidad de tener una segunda dirección (o dirección de segunda)
para recibir la correspondencia “pública”. Claro que también se pueden
aplicar softwares específicos para filtrar el correo electrónico.
Algunos de ellos son gratuitos y, por supuesto, los hay mejores y
peores.
La mayoría de estos programas pueden ser seteados para permitir el
ingreso de mensajes familiares y filtrar los anuncios publicitarios.
Paralelamente, algunos fabricantes y vendedores de programas antivirus
están incorporando barreras capaces de bloquear estos avisos. Sin
embargo, no hay garantías de infalibilidad, por lo que se recomienda
revisar las políticas que, en materia de privacidad, aplican los
sitios que piden una dirección electrónica para operar. El punto a
verificar es si la página comparte sus direcciones con otras. Y, para
aminorar el impacto de las nuevas leyes, que “fuerzan” a los usuarios
a rechazar los mensajes no solicitados, el gobierno pide que se
denuncie el spam a uce@ftc.gov,
fuente de información del banco de datos que permitirá multar a los
insoportables.
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