Píldora cámara ayuda a médicos a
examinar mejor el aparato digestivo
DES MOINES, Estados Unidos (AP) --
Durante años, los médicos han utilizado pequeñas cámaras dentro de
tubos serpenteantes para examinar los intestinos de sus pacientes. Hoy
los avances científicos permiten que algunos profesionales soliciten a
los examinados "tragar la cámara".
Con una simple píldora que contiene
tecnología similar a una cámara digital, los especialistas pueden ver
más de 50.000 imágenes recogidas durante el trayecto por los últimos
seis metros del intestino delgado que antes solo podían observar a
través de rayos X.
La píldora, conocida como M2A Capsule
Endoscopy, tiene el tamaño de una pastilla de vitaminas y se traga con
un sorbo de agua.
La cámara, colocada dentro de una
cápsula de plástico blanco, toma imágenes que son transmitidas en
frecuencia de radio.
Las imágenes son retenidas en un
dispositivo de grabación ubicado en un cinturón amarrado a la cintura
del paciente.
Después de ocho horas, el cinturón es
entregado al médico.
El dispositivo es una "maravilla de
la microelectrónica", expresó el doctor David Ramkumar,
gastroenterólogo de las Clínicas y Hospitales de Iowa, donde desde
comienzos del año 2003 los pacientes han estado ingiriendo las
cápsulas para los diagnósticos de problemas intestinales.
Hospitales y centros médicos de todo
Estados Unidos en número creciente utilizan la tecnología, desde que
la Administración de Drogas y Alimentos la aprobó en diciembre de
2001.
Ruth Brown, de 71 años, quería saber
por qué padecía hemorragias intestinales. Sus médicos desconcertados
sugirieron la píldora cámara.
"La miré (a la pastilla) y dije: 'Oh,
doctor, no puedo tragar eso"', recordó Brown. "Se veía como una
píldora inmensa para caballos".
Pero a pesar de sus preocupaciones
pudo engullir la pastilla con un trago de agua helada.
Los pacientes permanecen en ayunas
durante 10 horas antes de ingerir la píldora, y pueden desarrollar sus
actividades diarias normales siempre que eviten tareas agotadoras.
Brown, por ejemplo, efectuó sus habituales tareas de voluntaria en un
hospital.
Por años, los médicos utilizaron
cámaras en tubos largos y flexibles para examinar las porciones
superiores del sistema digestivo y el colon.
El endoscopio no podía llegar a unos
seis metros del intestino delgado. La alternativa era un enema, para
luego tomar radiografías en el área para detectar los problemas, una
prueba que Ramkumar calificó como poco confiable.
Una cirugía invasiva era la siguiente
opción cuando se diagnosticaba algún desorden.
La pequeña cámara "brinda una visión
de esa parte media del aparato digestivo que no teníamos previamente",
explicó Ramkumar.
La llamada píldora cámara ha sido una
forma efectiva de diagnosticar hemorragias, el mal de Crohn
(inflamación intestinal), problemas celíacos y tumores intestinales.
Ramkumar dijo que la pastilla ha sido
exitosa en pacientes que, como Brown, muestran clara evidencia de
sangrado intestinal.
Utilizando las imágenes capturadas
por la cámara, Ramkumar determinó que el persistente sangrado de Brown
era provocado por quemaduras de radiación en su pequeño intestino, que
quedaron luego de un tratamiento de cáncer al que había sido sometida
siete años antes.
El procedimiento tiene un costo de
unos 1.200 dólares en los hospitales del estado de Iowa.
Ramkumar expresó que las píldoras son
compradas directamente a los fabricantes, la empresa israelí Given
Imaging, a 450 dólares cada una, precio incluido en el valor del
procedimiento.
Los resultados de los estudios
realizados en los centros médicos de la Universidad de Iowa han
mostrado que la técnica detecta exitosamente entre un 60 y 70 por
ciento de las anormalidades.
Puede parecer poco, pero es
considerablemente mejor que viejos métodos, de acuerdo con Ramkumar.
La píldora no es exitosa en un cien
por ciento porque, debido a su pequeño tamaño, la cámara puede
capturar imágenes de sólo el 70 por ciento del sistema digestivo, dijo
el médico.
Aún así, "si comparamos esto con lo
que teníamos antes, con suerte estábamos hablando de porcentajes del
rango de entre el 30 y 40 por ciento", manifestó Ramkumar.
Una vez que las imágenes han sido
grabadas, y el cinturón retirado, el paciente simplemente elimina la
píldora.
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