Los
asmáticos tienen más riesgo de sufrir trastornos mentales
Poca
relación, a primera vista, tienen una patología respiratoria como el
asma con el trastorno de ansiedad generalizado, el de pánico o las
fobias. Sin embargo, un estudio acaba de comprobar que las personas
asmáticas tienen un riesgo de hasta cinco veces mayor de sufrir estas
enfermedades mentales.
Investigadores de la Universidad de Colombia, en Nueva York,
estudiaron una muestra de 13.222 adultos alemanes que presentaban una
historia de asma crónico o sufrían esa patología en el momento del
estudio. La enfermedad respiratoria había sido diagnosticada por un
médico y, a través de un cuestionario homologado, se valoró la
presencia de trastornos mentales.
El 2,7% de los participantes
presentaba asma en el momento del estudio y el 5,74% tenía esta
patología de forma crónica. Los investigadores observaron que en
los asmáticos graves el riesgo de desarrollar un trastorno de ansiedad
se duplicaba y que era casi cinco veces mayor si se trataba de
fobia, en comparación con los no asmáticos. Además, en las
personas con asma la probabilidad de sufrir un trastorno de pánico se
quintuplicó y fue casi cuatro veces superior para los ataques de
pánico.
Pero no quedan ahí los datos, ya que
cuando se trataba de enfermos crónicos, el asma fue asociado
con un riesgo de dos a tres veces mayor de tener un episodio de
ansiedad o de pánico, fobia social o específica a otro tema. Estos
pacientes fueron también cinco veces más propensos de
desarrollar un trastorno de ansiedad generalizado o una psicosis
maniaco-depresiva.
Los autores del estudio, publicado en
'Archives of General Psychiatry', explican que esta es la primera
investigación que relaciona asma y trastornos mentales empleando una
muestra de pacientes con un diagnóstico médico de la enfermedad
respiratoria y utilizando instrumentos validados para evaluar las
enfermedades psiquiátricas.
El origen de esta relación no se
conoce bien, aunque los investigadores de la Universidad de Colombia
tienen varias hipótesis. Una de ellas es que el asma, una
patología crónica, aumente la ansiedad y que ésta se generalice y dé
lugar a trastornos de este tipo. Otra explicación es que se
malinterpreten los síntomas respiratorios y se atribuyan a episodios
de pánico o al contrario. Estos autores también sospechan que podría
haber una vulnerabilidad genética común o factores ambientales
similares que provoquen estas patologías. Finalmente, apuntan otra
teoría: que los medicamentos que se emplean para el asma puedan
estimular los niveles de ansiedad.
"Los datos sugieren que hay una
consistente relación entre el asma y los trastornos de ansiedad y
afectividad, con asociaciones generalmente más fuertes entre estas
patologías cuando aumenta el grado de gravedad", concluyen los autores
del estudio, que aconsejan realizar más investigaciones para conocer
los mecanismos de estas correspondencias.
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