Fracasan los esfuerzos por captar
señal de sonda espacial en Marte
Una misión británica que pretendía
buscar vida en Marte sufrió el sábado su tercer día de frustración
cuando su sonda espacial Beagle 2 seguía sin enviar señales para
confirmar que había aterrizado sin problemas en el planeta rojo.
La falta de señales ha incrementado
los temores de que la sonda, no mayor que un paraguas abierto, haya
corrido la misma suerte que otros aparatos anteriores que terminaron
convertidos en trozos de chatarra en la superficie marciana.
"La exploración de esta noche en
busca de una señal de la Beagle 2 por parte del Telescopio Lovell en
el Jodrell Bank Observatory (en Gran Bretaña) fue infructuosa",
dijeron los organizadores de la misión en su sitio en Internet
www.beagle2.com.
De las anteriores once sondas
enviadas a la superficie del planeta, sólo tres han sobrevivido y se
estima que dos de cada tres misiones rusas y estadounidenses a Marte
han sido fracasos totales o parciales.
La Beagle 2, a un costo de 375
millones de dólares, es la primera misión plenamente europea que se
envía a un planeta y había sido considerada un triunfo británico y de
la exploración espacial europea.
Funcionarios de la Agencia Espacial
Europea (ESA) dijeron el viernes que seguían siendo optimistas con
respecto a la posibilidad de encontrar la sonda.
Existen trece transmisiones más
previstas antes de que esta pase al modo de emergencia de
auto-transmisión.
La incapacidad para contactar con la
Beagle 2 amargó el día de Navidad a los científicos de la misión, que
intentaban responder a una pregunta que durante generaciones se ha
hecho el ser humano: "¿Hay vida en Marte?"
Los expertos se reunieron en Londres
el jueves y el viernes con la esperanza de escuchar a la sonda
retransmitiendo la señal, una melodía compuesta para la ocasión por el
grupo pop Blur.
Sin embargo, funcionarios de la ESA
señalaron que aunque no se encuentre la sonda de 34 kilogramos, la
misión había sido un
éxito al poner a la nave Mars
Express, que la transportaba, en órbita en torno al planeta rojo,
desde donde estudiará Marte durante dos años.
"Para los científicos, la órbita es
la parte más importante de la misión", dijo Gerhard Schwehm, miembro
de la misión planetaria de la ESA. "El aterrizaje de la sonda en Marte
es, en esencia, el toque final".
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