"Pienso que se podría aprovechar este descubrimiento
para resolver el grave problema de la contaminación de
los plásticos", afirmó Chen Zhongguang, que descubrió
que los gusanos amarillos poseen una enzima especial
que digiere el plástico, informa EFE.
La estudiante, que cursa tercero de secundaria en
un instituto de Xian, capital provincial de Shaanxi
(centro), descubrió el año pasado de forma accidental
pequeños mordiscos en la espuma de la caja donde
guardaba los gusanos para alimentar a sus pájaros.
Con la ayuda de su padre, un profesor de biología,
separó los gusanos en dos grupos: a uno lo alimentó
sólo con espuma y al otro con hojas y trigo.
Chen descubrió que los gusanos que se alimentaban
de espuma engordaban más y sus deposiciones, muy
parecidas a las del otro grupo, contenían restos
plásticos, señal de que habían digerido bien la
espuma.
Tras un año de análisis y trabajo de laboratorio,
Chen concluyó que existía una cierta enzima capaz de
digerir el plástico, un material que no se degrada por
la acción de los microorganismos y que permanece
intacto durante cientos de años.
El descubrimiento podría aplicarse para degradar
los desechos de los productos y derivados del
plástico, que hasta ahora se acumulaban, reciclaban o
quemaban, lo cual producía aún mayores problemas
ambientales.