A pesar del tópico habitual, en el sexo el tamaño si importa, pero no precisamente el del órgano.

Un equipo de investigadores sugiere que existe una íntima relación en cuanto al tamaño de una zona cerebral y nuestras aptitudes sexuales.

Según David Reutens de la Universidad de Melbourne, Australia, las aptitudes sexuales de una persona parecen ser proporcionales al tamaño de su amigdala, una pequeña porción del cerebro, que se encuentra en su base.

Del tamaño de una almendra, siempre se ha sabido que la amigdala es vital en el comportamiento sexual de gran parte de animales, pero hasta ahora el efecto de su tamaño era confuso.

Un interesante descubrimiento que podría suponer una interesante pista a partir de la cual desarrollar nuevas sustancias capaces de modificar el comportamiento sexual humano.