¿Un yogurt para
reducir la presión arterial?
Las bacterias
ácido-lácticas se han empleado para fermentar o crear cultivos de
alimentos durante más de cuatro milenios, así lo explica
The European Food Information Council. Su uso más corriente se
ha aplicado en todo el mundo a los productos lácteos fermentados,
como el yogurt, el queso, la manteca y la crema de leche. Estas
bacterias constituyen un vasto conjunto de microorganismos benignos
que fabrican ácido láctico como producto final del proceso de
fermentación. Y, al complementar las bacterias presentes en la flora
intestinal, mejoran el funcionamiento del aparato digestivo. Ante la
creciente demanda de los consumidores, cada día más preocupados por
su salud, el mercado trae puesto el ojo sobre ellas hace tiempo
incorporándolas en nuevos productos.
Tres años de investigación le llevó a la empresa danesa
CHR
Hansen, elaborar este yogurt. Se trata de un nuevo producto
cuyos ingredientes combaten la hipertensión arterial gracias a una
bacteria llamada “Cardi.04”. Según los científicos de la empresa,
sus efectos ya se han comprobado en animales. Aunque se espera
confirmar los beneficios en humanos, ya se considera este paso todo
un éxito ya que los estudios preliminares no han demostrado efectos
secundarios.
Según la
Organización Mundial de la Salud, cerca de la mitad de las
enfermedades cardíacas son atribuibles a la presión arterial
elevada. Se estima que en todo el mundo causa 7.1 millones de
muertes anuales, cerca de 13 por ciento del total. Sólo en nuestro
país, informa el
Ministerio de salud de la Prov. de Buenos Aires, es la
enfermedad crónica más frecuente. La padece más del 20 por ciento de
la población y constituye la causa de más de 300 mil muertes
anuales.
El producto ya fue observado por médicos de todo el mundo, como el
cardiólogo Per Hildebrandt del
Frederiksberg Hospital, de Copenhague (Dinamarca), quien aseguró
no conocer otros alimentos “tan eficaces para combatir la
hipertensión arterial”. Por su parte,
Peter Olesen, Director Científico de CHR Hansen, dijo que “a
partir de ahora, millones de personas en el mundo que luchan contra
la presión alta, podrán tener alimentos saludables que la reduzcan
en forma natural”. Olesen aclara que “si bien no han llegado al fin
del camino, ya están cerca”.
“En un par de años, estos productos ya estarán a la venta en las
góndolas de nuestros supermercados”, explicó a Clarín.com Guillermo
Intorno, de CHR Hansen Argentina. Este yogurt no entraría en lo que
califican como “alimentos enriquecidos”, es decir aquellos con
cantidades adicionales agregadas de "algo", como por ejemplo las
vitaminas, el hierro o el calcio. La diferencia está es que este es
un componente totalmente natural del yogur.
La leche que se fermenta (agriado) con Cardi.04 inhibiendo la enzima
ECA (Enzima Conversora de Angiotensina). Esta
enzima, es la que convierte la hormona Angiotensina I en
Angiotensina II, un poderoso vasoconstrictor. Con Cardi.04 la
concentración de esta última es reducida, por lo que los vasos
sanguíneos se amplían disminuyendo la presión arterial. O sea que de
la misma forma que este yogurt inhibe en forma natural la enzima
ECA; los medicamentos utilizados para la hipertensión lo hacen en
forma sintética.
La presión arterial es la "fuerza" que necesita la sangre para
recorrer todo el árbol vascular para llegar desde el ventrículo
izquierdo hasta la aurícula derecha pasando por todo el cuerpo, para
nutrirlo. La hipertensión se define como el aumento crónico (mucho
tiempo) de la presión arterial por encima de los valores
establecidos. Perjudica ciertos órganos indispensables como el
corazón, los riñones, el cerebro, la retina, la aorta y las glándula
suprarrenales. Con el nuevo yogurt, concluyó Intorno, “obtenemos un
alimento funcional, es decir con propiedades extra más allá de sólo
alimentar, que son benéficas para la salud al reducir algo tan
importante como la presión arterial”.
Fuente: clarin.com
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