La
computadora más grande del país se llama HOPE y está en la
UBA
Lejos de la Clementina I,
que trajo al país Manuel Sadosky en 1961, y operó en
el Pabellón I de Ciudad Universitaria hasta 1966, y de la
Clementina II, que la sucedió a partir de febrero de 2000;
desde hace un año está funcionando HOPE en el
Instituto de Astronomía y Física del Espacio -IAFE-. Esta nueva
supercomputadora, única en el país, permite la realización de
simulaciones numéricas con muy alta eficiencia y muy bajo tiempo de
cómputo
HOPE posee una configuración de 46
procesadores con arquitectura en paralelo, trabajando en 64 bits,
con lo cual se disminuye el tiempo de cómputo y posibilita la
realización de experimentos numéricos más ambiciosos y complejos.
Patricia Tissera, quien es investigadora del IAFE y directora del
proyecto HOPE, comenta que, si bien por ahora la supercomputadora se
utiliza para resolver problemas de astrofísica, se espera que sea
utilizada en otras disciplinas, tales como la economía, exploración
petrolera, medicina, entre otras.
El proyecto HOPE ha sido financiado por el Conicet, a través de un
subsidio especial de equipamiento. Diferentes grupos de
investigadores del IAFE, el Centro de Investigaciones del Mar y la
Atmósfera -CIMA- de la FCEyN, el Observatorio Astronómico de Córdoba
y el Centro Atómico de Bariloche han colaborado en la conformación
del proyecto HOPE.
“Este subsidio se pidió en el 2001 porque necesitábamos tener acceso
a algún tipo de equipamiento de estas características, para poder
correr o realizar experimentos acá y no afuera”, explica la Dra.
Tissera. “Como hay mucha gente en el IAFE que hace simulaciones
numéricas, que necesita este tipo de equipamiento, nos juntamos y
cada uno fue invitando a los colaboradores de todo el país que
también tenían las mismas necesidades y así se armó un grupo de doce
proyectos originales. Nos juntamos, tratamos de ver qué era lo que
necesitábamos y buscamos consensuar una configuración y las
características de la máquina. Armamos el proyecto y lo presentamos
ante el CONICET. Esto fue en el 2001, pero el dinero llegó en el
2004”, recuerda la investigadora.
Los proyectos asociados abarcan desde el estudio de la atmósfera y
los cambios climáticos hasta el origen del universo, pasando por el
estudio del sol, el sistema solar, las supernovas, las galaxias y
los cúmulos de galaxias. Todos ellos comparten el uso de modelos
numéricos para el estudio y análisis de los diferentes problemas.
Asimismo, la conformación de este equipamiento ha llevado a la
formación de recursos humanos en el área de tecnología de la
información, ya que no se disponía de profesionales tan altamente
calificados en esta área.
“Nosotros hacemos ciencia básica y usamos modelos numéricos
aplicados a problemas que no tienen una aplicación directa en la
sociedad. Pero el hecho de necesitar tecnología de punta y de formar
recursos humanos para manejar esa tecnología también es una
contribución que, estoy convencida, hacemos a la comunidad. Esa
tecnología, esos recursos informáticos que yo uso tienen aplicación
en otras áreas. Creo que incentivando la colaboración con esas otras
áreas se podrá desprender la transferencia hacia la sociedad”,
comenta Tissera
Consejos para elegir y comprar la mejor
computadora
COMO REPARAR SU COMPUTADORA?
Diccionario Tecnico de Computacion
Compartir este articulo : | | | | |
Ver historial completo de
noticias destacadas. |
|