QUE HACER CON 10 MIL
PESOS
El plazo fijo no
convence, las acciones son para expertos, pero los argentinos que
tienen algún ahorro buscan cómo hacerlo rendir para no perder valor
con la inflación. Qué se puede hacer fuera del circuito
financiero
“El ahorro es la base de la fortuna”
decían las abuelas, pero en realidad estaban muy equivocadas.
La inversión es la base para poder generar riqueza.
El autor del best seller
Padre Rico Padre Pobre, Robert Kiyosaki, explica en su
libro que para ser multimillonario comenzó desde muy abajo, pero con
un concepto claro: colocar el dinero en el lugar que le diera mayor
rendimiento.
Si usted puso $10.000 en un banco y a los doce meses retiró $11.000
en un país donde un auto usado que hace un año costaba $10.000 ahora
vale más de $12.500, evidentemente, no hizo negocio.
La premisa de una inversión es postergar un consumo actual
por uno mejor para el futuro. En pocas palabras, invertir
bien sería resignar la compra del auto de $10.000 para que en un año
pueda comprar uno de $15.000.
Es verdad que obtener grandes retornos sobre un capital de u$s3.300
no es tan sencillo, pero hay algunas ideas que pueden llegar a
ponerse en práctica.
Inmuebles: Con $10.000 no se puede comprar un
departamento, salvo que la opción sea una zona alejada de la Capital
Federal, que habilite la posibilidad de un crédito y posterior
alquiler. En algunas zonas como Avellaneda o Lanús, en el Gran
Buenos Aires se pueden conseguir departamentos chicos o locales
comerciales en unos $45.000. En el caso de un local se puede tomar
un crédito a cinco años (monto de $35.000) con una cuota mensual de
unos 900 pesos. Alquilar ese local permitiría obtener alrededor de
$700. De esta manera, el inversor debería sumar unos $200 mensuales,
pero que después de cinco años se cuadruplica el capital inicial y
el alquiler sigue dando una renta permanente.
Juan Badino, titular del SOM, advirtió que “no debe
comprarse algo que no tenga posibilidad de alquiler clara. Hay que
ver si la inversión se justifica en relación con la renta y analizar
bien antes de invertir”. El inmueble tiene que estar en buenas
condiciones, bien ubicado y, por sobre todo, tiene que poder
revenderse. “El alquiler paga buena parte de la cuota y uno se queda
con un bien que se valoriza”, dijo Badino.
No obstante, aseguró que “encontrar una opción de inversión de
$10.000 en el mercado inmobiliario es muy difícil”.
El retorno de los Fondos
Para un inversor que no conoce demasiado sobre finanzas y tampoco
está conforme con el rendimiento de 4,5% anual que le puede dar un
plazo fijo, los fondos comunes de inversión están retornando con
mucha fuerza, porque el público quiere retornos que por lo menos le
ganen a la inflación.
Lo bueno de un fondo es que los montos mínimos suelen ser de $1.000,
por lo tanto, aquel que tenga un capital de 10 mil pesos,
puede diversificar incluso la opción dentro de los FCI.
Destinar una parte a un fondo de bonos y probar el rendimiento de un
25% del capital en un fondo de acciones.
Por ejemplo, el de renta variable en acciones de Puente rindió de
julio del 2004 a octubre de este año, 79 por ciento.
También existe la opción de un FCI de bonos. Hoy, la mayoría
incorpora en sus carteras los títulos que ajustan por CER. De esta
manera, la cobertura por inflación está prácticamente asegurada, y
si los plazos de la inversión no son urgentes, las chances de ganar
dinero se acrecientan.
También están los Fondos denominados “hedge fund” donde se
elaboran estrategias combinadas de inversión muy especializadas,
como comprar acciones y lanzar opciones sobre ellas. Durante el año,
éstos han dado excelente resultado (aunque la bolsa no paró de
subir...)
Apuestas tierra adentro
Una hectárea de campo puede costar desde los u$s3.000 hasta
los u$s7.000 de acuerdo a la zona. En otras provincias se pueden
obtener extensiones a menor valor.
Pero no olvidamos que tenemos sólo $10.000. Y la verdad es que
aunque la soja dé tantas ganancias como el petróleo árabe, con una
hectárea no hacemos nada.
La única alternativa es sumarse a un pool de inversores que alquile
campos para sembrar, donde el mayor riesgo es perder la cosecha.
Estos grupos tienen que ser organizados y coordinados por expertos y
con gente confiable.
La gente de campo también tiene sus pequeñas inversiones que no
reportan ganancias con la celeridad que muchos hombres de ciudad
esperan. Algún pequeño chacarero que tenga ese dinero, compra
animales y se toma el tiempo para que den cría. Ho, con $10.000 se
puede conseguir una decena de animales. El capital permanece parado
durante un tiempo, pero los que saben y tienen paciencia encuentran
una salida interesante a largo plazo muy rentable.
De vuelta en el cemento
Es interesante analizar el furor de construcción que se está
observando en la Ciudad de Buenos Aires. Hoy se pueden encontrar que
muchos edificios carecen de garage. Sobre todo cuando se busca
abaratar el costo de una propiedad en la Argentina devaluada. En ese
caso, es conveniente mirar una cochera, cuyo precio va desde los
u$s3.000 a los u$s5.000, según la zona, y el acceso o comodidad para
el vehículo.
Una cochera en Barrio Norte que se cotiza en unos u$s3.500 se está
alquilando a $150 mensuales. A medida que crece el parque automotor,
en algunas zonas se espera que este activo continúe aumentando.
Para José Antonio Cabrera, titular de la Cámara de Garajes y
Estacionamientos, “esta opción no es rentable”. “La gente no tiene
plata para pagar la cochera al valor que lo tiene que pagar. Cuando
estaba en el 1 a 1 costaba u$s140 y ahora nadie puede pagar ni
pagaría $400 una cochera. El precio de las cocheras no se actualizó.
A lo que se percibe, hay que descontarle ABL, Aguas, expensas, lo
que termina haciendo de esta posibilidad una inversión no tan
rentable”, dijo.
Pero Cabrera tiene más en cuenta la realidad de las playas de
estacionamiento, porque muchos particulares que han optado por esta
opción mantienen el capital, la inversión no es grande, y la renta
es una constante, sobre todo analizando la perspectiva de mejora
económica que sigue vigente en la Argentina.
Negocios insólitos
No todo lo que uno invierte tiene que estar dentro de las
alternativas tradicionales. Un caso singular de mención es el de un
hombre que, fanatizado con los buenos vinos argentinos, viaja a
Mendoza después de la fiesta de la Vendimia y se trae grandes
cantidades de botellas a precios de “liquidación” en bodegas que
producen con buena calidad.
Una vez aquí, comenzó a venderle a sus amigos, y hoy tiene montado
un pequeño negocio distribuidor que se ha contactado con empresas
organizadoras de eventos y fiestas. Su pequeña firma le está dando
muy buenos rendimientos, a tal punto que dejó su anterior actividad
para dedicarse a descubrir nuevos sabores para comercializar en
Buenos Aires.
En San Miguel de Tucumán, Alexandra Chamorro es una economista
española que se radicó en la Argentina y que trabajó durante muchos
años en uno de los bancos más importantes del mundo. Invirtió
$10.000 en mercadería de primeras marcas de ropa informal que no se
vendían en esa provincia, alquiló un local en una galería céntrica y
hoy tiene un negocio que cuenta con tres empleados y le deja un
rendimiento mensual neto de unos $2.000, pero trabajando sólo
mediodía.
Con $10.000 tiene la opción de pensar sus vacaciones, comprar un
televisor de plasma para ver el Mundial o hacer como recomiendo
Kiyosaki en su libro: invierta y dése los gustos con las ganancias
pero preservando su capital. El asegura que esa es la gran
diferencia entre la clase media que quiere ser rica y los verdaderos
ricos
MERCADOS E INVERSIONES
MERCADO DE VALORES
FINANZAS EN ARGENTINA
Fuente:
http://www.infobae.com
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