El lado
más oscuro de la web
Un grupo de
expertos ciberpolicías alertó que cada vez son más jóvenes aquellos
que buscan pornografía infantil en Internet - Cómo es el modus
operandi.
Los asistentes al
IV Foro Iberoamericano de Ciberpolicías alertaron hoy ante el
aumento de los niños adictos a la pederastia en Internet y el
aumento de las víctimas en el entorno familiar y vecinal de los
pederastas.
El jefe del equipo de investigación de pedofilia en la Guardia Civil
española, José Antonio Lozano, basó su ponencia en el cambio que
está experimentando el consumo de pornografía infantil a través de
Internet y destacó el descenso en la edad media del consumidor, con
chicos de 16 a 18 años que ya no buscan imágenes de gente de su edad
sino de niños menores e incluso de bebés.
El encuentro, en el que participan policías de España, EEUU y 14
países iberoamericanos, constató además que los pedófilos son cada
vez más técnicos, tienen foros cada vez más cerrados y "el que sabe
algo de seguridad se lo enseña a los demás, de forma que son mucho
más difíciles de localizar".
Lozano dijo a EFE que la pederastia en Internet está evolucionando
hacia la búsqueda de imágenes cada vez más duras, con víctimas cada
vez más jóvenes.
Las imágenes que se ven por Internet proceden de lo que la Policía
llama "intercambio altruista", es decir que no son colocadas por
organizaciones sino por los propios pederastas, que las obtienen
cada vez más de su entorno familiar, sobre todo hijos, sobrinos y
"de los hijos de los vecinos si se los dejan al cuidado", según
Lozano.
Los pederastas "muestran sus fotos como si fueran proezas", en una
tendencia en la que se observa una "creciente tolerancia hacia este
tipo de pornografía, lo que hace que vayan buscando imágenes cada
vez más duras y con víctimas más jóvenes hasta que empiezan a desear
el contacto real y recurren al "turismo sexual"", dijo el ponente.
Como prueba de la generalización de estos delitos, Lozano invitó a
buscar la palabra "Lolita" en cualquier buscador de Internet, con un
resultado de siete millones de direcciones.
Los policías expertos en Internet explicaron también que los
pederastas se infiltran en los "chats" de adolescentes, se hacen
pasar por gente de su edad y consiguen que se desnuden frente a la
webcam, para luego usar esas imágenes, u obtienen sus teléfonos para
"luego consumar una posible violación".
En el caso de los menores de edad como consumidores de pederastia,
según Lozano, "empiezan por curiosidad y descubren que les gusta y
que son adictos", con la diferencia de que antes de la era de
Internet esas imágenes debían buscarse y ahora están al alcance de
cualquiera.
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