Britney Spears al "desnudo"
Dotada de un cuerpo sinuoso
y una actitud felina, la chica se entrega a su nueva vida en pareja
mientras se apresta a superar las estratosféricas ventas de su
anterior álbum, “In the zone”.
Nadie le creía a
Britney Spears cuando en 1999, en los inicios de su carrera como
cantante pop, afirmaba que nunca dejaría de ser una chica más o
menos recatada: su cuerpo sinuoso y su actitud felina anunciaban el
inevitable estallido de la sexualidad desbordante que, durante los
últimos dos años, ha exhibido y plasmado tanto en encendidos
videoclips como en el ya histórico beso con lengua que le dio a
Madonna -en agosto del año pasado- durante la transmisión en vivo de
una entrega de premios de la cadena MTV.
La joven, que el 2 de diciembre apagará 23 velitas, sí cumplió, en
cambio, con su amenaza más temible: convertirse en una imparable
megaestrella que factura millones de dólares como quien inhala
oxígeno. Ahora, mientras sus adolescentes fans y los medios de
comunicación se quiebran la cabeza tratando de entender su
sorpresivo matrimonio con el bailarín Kevin Federline (realizado el
18 de septiembre), la astuta muchacha prepara el lanzamiento de su
disco “Greatest hits”, que saldrá a la venta en todo el mundo el 8
de noviembre.
La vida de la veinteañera, a estas alturas, se parece peligrosamente
a una parodia de lo que debería ser la rutina de una superdiva: su
casa es una mansión -emplazada en Malibú- de cinco millones de
dólares, sus niveles de consumo de alcohol han estado cerca del
exceso, sus videos estimulan la libido masculina hasta límites
intolerables, sus quinceañeras seguidoras le demuestran una férrea
adhesión y cada una de sus decisiones termina inevitablemente
convertida en noticia.
Caprichosa y desconcertante en materia sentimental, la cantante se
ha esforzado por mantener ocupada a la prensa rosa: tras la
apresurada boda y el increíblemente fugaz matrimonio que protagonizó
-en enero de este año- junto a su viejo amigo Jason Alexander, se
las ha ingeniado para que todo el mundo esté pendiente de los
confusos detalles legales de su unión con Kevin Federline. En medio
de ese agitado panorama, ha estimulado sin piedad la imaginación de
sus admiradores al anunciar que, como desea ser madre cuanto antes,
dedicará sus primeras semanas de casada a maratónicas sesiones de
sexo.
El erotizado ambiente nupcial que vive la estrella es, por cierto,
el mejor escenario imaginable para el lanzamiento de “Greatest
hits”, producto que llegará a las disquerías con la heroica misión
de superar los seis millones de copias vendidas por “In the zone”
(2003), álbum que, además de invadir los rankings con temas como
“Toxic” y “Everytime”, contó con la participación estelar de Madonna
en la canción “Me against the music”. La veterana reina del pop, de
hecho, selló su alianza con la joven cantante al participar en el
correspondiente videoclip, donde aparece co- queteando -en el más
amplio sentido del término- con una ardorosa y provocativa Britney.
Sin dejarse amedrentar por los desafíos comerciales que su carrera
le impone, la rubia se entrega a su nueva vida en pareja y deja los
números en manos de su compañía discográfica. Ella ya cumplió con su
parte al condimentar la recopilación con un tema inédito -se trata
de un cover de “My prerogative”, original de Bobby Brown- que por
cierto será usado para promocionar el disco. Los surcos restantes
también deberían hacer lo suyo; mal que mal, se trata de una
selección de los más conocidos impactos radiales de la juvenil diva.
Encaramada en una popularidad que puede verificarse rápidamente al
consultar los sitios de internet creados por sus fanáticos (el
buscador Google ofrece casi cuatro millones de páginas consagradas a
la artista), Spears disfruta las utilidades obtenidas a través de la
industria pop y cultiva una rutina de trescientos abdominales
diarios para mantener la deseable figura que luce en carátulas,
pósters y videoclips: un esfuerzo que sus seguidores agradecen con
todo el corazón.
La doble,
estrella del porno
Pero Britney es
además de una estrella del pop, una diva erótica. Sus videoclips
sinuosos, la presencia en escena, estudiada para satisfacer el
"morbo" de sus fans, todo forma parte de un espectáculo que ha
llenado muchos sitios de la red de miles de supuestas fotografías
que van mucho más allá del erotismo.
La gran mayoría
de estas son tomadas a dobles con un gran parecido con Britney y que
han sabido explotar esa semejanza para abrirse camino en el
complicado mundo del espectaculo.
Una de las más
famosas es la jóven estadounidense Teagan Presley, de 19 años, que
mantiene un asombroso parecido con la pop-stars y que ha
revolucionado en tan sólo unos meses en el mercado del porno
norteamericano.
Su aparición ha causado una verdadera conmoción en Estados Unidos,
no sólo porque ha demostrado sus cualidades a lo largo de los 20
títulos que ha protagonizado, sino porque ha firmado un contrato con
Digital Playground para protagonizar los próximos films que la
importante compañía lanzará al mercado.
Fotos de la
doble de Britney Spears
Compartir este articulo : | | | | |
Ver historial completo de
noticias destacadas. |
|