Buenos Aires inventa
la escuela de rock
¿Querés tener de
profesores a Raúl Porchetto o Willy Quiroga? ¿Querés cursar materias
como Historia de la Música o Armonía? El sueño del rockero
adolescente se hizo realidad: crearon el primer colegio secundario
especializado en rock y pop del país.
Ya
desde su nacimiento, a mediados de los años ’50, el rock n’ roll fue
considerado mucho más que un género musical. El escándalo que
provocó en las generaciones mayores en realidad no se debía a un
ritmo que, de hecho, no hacía más que conjugar elementos de antiguos
estilos como el blues, el country o el jazz, sino a que por primera
vez en la historia aparecía un movimiento cultural que diferenciaba
a los hijos de sus padres y los instaba a construirse un destino
propio. Esta rebeldía sui generis llegó a su punto culminante en los
’60, cuando los Beatles pusieron al rock al nivel artístico de
cualquier otro género considerado “serio” y genios revolucionarios
como Bob Dylan o el mismo John Lennon le inyectaron una dosis de
protesta social y pacifismo.
En aquel momento, pocos le habrían augurado un futuro en las aulas
de un colegio secundario, más allá de mochilas y graffitis. Sin
embargo, la Argentina modelo 2004 tiene su primera “escuela de rock”
para adolescentes:
Palermo Sounder.
¿Qué pasó? ¿El rock ya no provoca? ¿Sigue siendo contracultura o se
volvió cultura a secas? ¿Será que caló tan hondo en el imaginario
colectivo que el ambiente académico tuvo que reconocer su
importancia? La motivación principal para crear el primer colegio
secundario especializado en rock y pop de nuestro país la explica
Ariel Garbarz, representante legal de Palermo Sounder: “Nacimos con
el rock y atravesamos todas sus épocas, las gloriosas y las
represivas. Y decidimos reivindicar a todas ellas”.
En este instituto los estudiantes tienen una doble capacitación. Por
un lado cursan el programa de un Bachillerato Nacional, con materias
“convencionales” como Lengua y Literatura, Historia o Física. Pero
por otra parte, durante los cinco años del secundario se les enseña
a leer y escribir música y a interpretar el instrumento que elijan
(percusión y batería, guitarra y bajo, piano y teclados o vientos),
cursando asignaturas como Historia y Análisis del Rock y Pop,
Ensamble o Armonía. Como materias optativas: Organización de Bandas
Musicales, Diseño de Escena y Vestuario, Fundamentos de la
Producción Artística, etc. En definitiva, el sueño de todo rockero
teenager.
El cuerpo docente es poco menos que un catálogo de las casi cuatro
décadas del rock nacional: Willy Quiroga (Vox Dei), Claudio Gabis
(Manal), Raúl Porchetto, Miguel Cantilo y Jorge Durietz (Pedro y
Pablo), María Rosa Yorio, Héctor Ayala y Eduardo Fazio (Vivencia),
Rubén Goldín, Adrián Iaies, Diego Mizrahi y, como profesor de
Historia del Rock, alguien que se la sabe toda entera prácticamente
de memoria: el periodista Alfredo Rosso. El próximo jueves a las 12
horas se reunirán para hablar con los medios sobre sus recuerdos del
secundario, su relación con la vocación musical y cómo puede
compatibilizarse la cultura rockera con la educación media, entre
otros temas.
Esa confrontación entre la rebeldía inherente al rock y la rectitud
de lo académico hace difícil imaginar las clases en un secundario de
este tipo. No obstante, lejos de “pasteurizar” el mensaje rockero
para hacerlo apto para todo público, las autoridades de Palermo
Sounder consideran esas cuestiones periféricas a lo musical como
esenciales en su plan de aprendizaje. “Justamente, lo mejor del rock
es la rebeldía frente a las formas culturales de las clases
dominantes, que en cada país adquirió distintas expresiones de
resistencia y de respuestas contestatarias, estéticas, éticas,
literarias y hasta sociales: el pelo largo, el amor libre, la vida
comunitaria, el pacifismo o los movimientos y festivales contra la
guerra de Vietnam en Estados Unidos o contra las dictaduras
militares en Argentina”, dice Garbarz. Sin embargo, a no confundir
libertad con libertinaje: en Palermo Sounder se respira un clima
distendido, pero eso no implica que se caiga en el descontrol.
“Sabemos ponerle límites a los desbordes de quienes se confundan y
perjudiquen las actividades de enseñaza y aprendizaje”, aclaran.
Palermo Sounder funcionará a partir del ciclo 2005 en las
instalaciones del Colegio del Pacífico, incorporado a la enseñanza
oficial en 1992. La historia de este instituto lo hace un ámbito por
demás propicio para la especialización en rock: “Hemos sido muy
cuestionadores de la educación represiva clásica. Nos hemos
resistido a ser reproductores del autoritarismo en la escuela”,
afirma Garbarz, que desde su rol de docente recuerda los tiempos en
los que el rock n’ roll era puro idealismo: “Rescatamos los orígenes
rebeldes del movimiento de rock nacional, en el cual se filtraban
valiosas expresiones de resistencia a las culturas conservadoras y
autoritarias. Intentamos canalizar el capital rebelde de los
adolescentes, estimulando el pensamiento crítico en el estudio y en
la investigación. Esa es la rebeldía que defendemos porque queremos
que nuestros egresados sean transformadores de la realidad”.
Inspirados por la película
“Escuela de Rock” (Richard Linklater, 2003) y por la vieja serie
“Fama”, los directivos y docentes de Palermo Sounder pretenden
formar músicos de calidad que levanten la puntería del alicaído rock
n’ roll y que, de paso, traten de cambiar el mundo
Fuente: clarin.com
Compartir este articulo : | | | | |
Ver historial completo de
noticias destacadas. |
|