El
costo secreto de la fotografía digital
Cuando el ingeniero
Keith Chan, en California, fue a comprarse una cámara digital a
comienzos de este año, calculaba en su presupuesto principalmente el
costo de la cámara. Fue ese su primer error
No
mucho tiempo después de comprarse la cámara, Chan sabía ya cuán cara
puede ser la fotografía digital. El costo de hacer las fotos,
guardarlas e imprimirlas puede superar fácilmente lo que se ha
gastado en la compra de la cámara digital.
"Nunca
me imaginé el costo oculto de la fotografía digital", dice hoy Chan.
"Acabé gastando 1.000 dólares más de lo que me había costado la
cámara misma", añade.
La
historia de Chan es representativa de muchos de los que se han
aventurado en la fotografía digital.
Pese a
la tentación de hacer fotografías sin necesidad de comprar película,
la fotografía digital tiene su propio precio, que se mide, no en
películas, sino en el costo en bytes, papel, tinta y aprendizaje y
experiencia.
Mientras la fotografía digital puede dar a usted un control creativo
que jamás tuvo antes con la fotografía con cámaras ópticas, a fin de
cuentas ese control tiene su costo. Y es preciso que usted sepa de
antemano en qué se mete antes de pasar a formar parte de las huestes
de los aficionados a la fotografía digital.
¿Cuánta
cámara es demasiado?
Las
cámaras digitales han bajado de precio, pero no tanto como debieran.
Mientras cámaras de entre 100 y 500 dólares (más o menos lo mismo en
euros) pueden parecer interesantes para un gran número de
compradores, muchos de ellos no llegan a comprender que la
funcionalidad de la cámara que están comprando en este nivel de
precios puede dejar mucho que desear.
Quienes
proceden de las cámaras ópticas, por ejemplo, se decepcionarán al
saber que prácticamente todas las cámaras digitales de precio
inferior a los 1.500 dólares sufren del llamado "lapso del
obturador" o el tiempo que transcurre entre el pulsado del obturador
y el momento en que la cámara efectivamente toma la foto. Hasta la
más barata de las cámaras ópticas obedecerá casi instáneamente a la
presión del obturador. Las cámaras digitales, por el contrario,
obligan al usuario a pensar más en la cámara que en la foto que
desea tomar.
"No es
raro que compradores de cámaras digitales comiencen el ciclo de
actualizaciones al darse cuenta de que las cámaras de bajo precio no
son tan prácticas como se espera", dice Jon Warner, un vendedor de
cámaras en Washington.
Sólo
cuando se entra al terreno de las cámaras digitales de alto precio,
con lentes intercambiables, como la Canon 20D o la Nikon D70, se
halla por fin cámaras que reaccionan tan rápido como uno desea.
Propóngase gastar al menos 2.000 dólares por una de estas cámaras,
más una lente y algunos accesorios, en lugar de una pequeña cámara
de bolsillo. Actualmente, no hay cámaras digitales miniatura que
respondan instantáneamente a las necesidades del usuario. Todas, de
una u otra forma, sufren un cierto grado de lapso del obturador.
Los
costos secretos
El
precio de la cámara que se compra es tan sólo el comienzo de los
gastos de la fotografía digital.
Las
cámaras de hoy, con muchos megapíxeles, son grandiosas a la hora de
captar imágenes con mucho detalle, pero los archivos de las fotos
hechas con estas cámaras pueden consumir enormes cantidades de
espacio de almacenamiento. El disco duro de 120 gigabytes, que usted
pensaba le iba a durar años, de pronto se llena al cabo de pocos
meses, gracias a las imágenes digitales que usted ha almacenado
allí.
Casi
todo nuevo fotógrafo digital clama por un nuevo disco duro. Hay
ávidos entusiastas de la fotografía digital que incluso invierten en
una segunda computadora sólo para tener más espacio disponible para
sus fotos. Y los hay que precisan de una capacidad de almacenamiento
de uno a dos terabytes, equivalente a entre cuatro y ocho discos
duros de 250 gigabytes(GB). El costo de esta capacidad sobrepasa ya
con mucho el de una cámara digital.
La
impresión y el costo del papel pueden ser también enormes. Los
fabricantes seducen a los clientes con bajos precios para las
máquinas de impresión de fotografías, pero se cobran el costo de
verdad con el precio de los cartuchos de tinta.
"Dos
pares de cartuchos de tinta pueden llegar a ser más caros que la
impresora", afirma Warner.
El
papel fotográfico tampoco es barato. Al comprar una impresora
fotográfica nueva, el fabricante regala unas pocas hojas de papel
fotográfico de alta calidad. Pero compre usted 50 o 100 hojas de ese
mismo papel y muy pronto comprenderá por qué venían tan pocas hojas
con la impresora.
Hay
formas de rebajar los gastos en la impresora y la tinta. Puede usted
buscar cartuchos de tinta de repuesto de terceros fabricantes, pero
ninguno de ellos dará garantías de que su tinta igualará
perfectamente en calidad a la tinta original del fabricante de la
impresora. Pueden surgir problemas con el color, tanto en fidelidad
como en duración. Fabricantes como Red River (www.redriverpaper.com)
venden papel fotográfico a precio razonable, pero aun así éste no es
barato.
Costo
final
Cuando
vaya usted a comprarse su cámara digital, es preciso que sepa en qué
se mete. En general, el precio de la cámara digital es tan sólo el
comienzo. Almacenamiento, accesorios, actualización de la
computadora y gastos de impresión superarán rápidamente lo que usted
gastó en la cámara. La fotografía digital es divertida, no hay duda,
pero no permita que nadie le diga que es más barata que la
fotografía óptica.
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