En España, Loterías y
Apuestas del Estado (LAE) considera este
tipo de actividades como “ilegales” ya que,
según la legislación vigente, sólo este
organismo y las Comunidades Autónomas tienen
derecho a la gestión, explotación y
comercialización de las loterías y juegos de
ámbito nacional en sus distintas
modalidades. Juan Gallardo, jefe del
servicio jurídico de LAE, cree que las casas
de apuestas cibernéticas colocan sus sedes
fuera de España o en paraísos fiscales donde
es muy difícil luchar contra ellas y propone
que su acceso sea vetado “como ocurre con
aquellas que contienen pornografía
infantil”, aunque aclara que “en el caso de
juego no existe la misma colaboración
policial”.La
visión desde las empresas de juegos de azar
por la red es diferente. Desde BetAndWin.com,
una plataforma de apuestas deportivas y
entretenimiento ‘on line’ de ámbito europeo,
se destaca que ellos ejercen su actividad
desde el marco de la UE -su filial
BETandWIN.com Interactive Entertainment AG
gestiona el negocio operativo desde
Gibraltar, con una licencia de apuestas de
deporte y de casino concedida por las
autoridades del peñón y bajo el control de
las autoridades gibraltareñas-. Algo similar
ocurre con la otra gran casa de juego ‘on
line’, Miapuesta.com, sociedad del grupo
Sportingbet PLC, que cuenta con licencia de
juego de los paraísos fiscales de Antigua y
Barbuda, aunque aclaran que “las licencias
principales corresponden al Reino Unido, que
es el más regulado del mundo en juego y
garantías hacia sus usuarios”.
Desde el despacho de
abogados Martín Corroto y Asociados, el
letrado David Martín explica que aquellos
juegos que se desarrollan por completo en
Internet no se pueden amparar en una
licencia ya existente, como el caso del
negocio de juego tradicional (Lotería
Primitiva), sino que deben obtener
autorizaciones especiales, que muchos países
suelen denegar, lo que obliga a estas
empresas a establecerse en territorios
excepcionales donde se encuentran dentro de
una dudosa legalidad (caso de paraísos
fiscales y principados). En opinión de
Martín “es esta última práctica la que
vulnera nuestro ordenamiento jurídico,
puesto que no resulta lícito que empresas
que no cuentan con la pertinente
autorización para prestar un servicio, lo
realicen amparándose en un vacío legislativo
o estableciéndose en países que no lo
permiten”.
Un suculento negocio
Mientras tanto, el
juego ‘on line’ se ha convertido en un
suculento negocio, en especial el póquer,
que triunfa sobre todo en EE UU, y las
apuestas deportivas, que han encontrado su
mina en los consumidores europeos. Se estima
que el mercado de azar a través de Internet
mueve entre unos 6.000 y 10.000 millones de
euros al año con un crecimiento anual el
20%.
Sólo en Miapuesta.com,
más de 130.000 usuarios de todo el mundo
realizan apuestas en Reino Unido a través de
su página y Sportingbet Plc, grupo al que
pertenece, registra en todo el mundo una
media de 28 apuestas por segundo y cuenta
con más de 2.500.000 usuarios, siempre según
datos suministrados por la compañía.
Sin embargo, este
incremento de las cifras parece no haber
hecho daño el negocio de la apuesta
tradicional y Loterías y Apuestas del Estado
ha declarado unos beneficios en 2004 de
9.026 millones de euros, con una estimación
para 2005 superior en un 4% aproximadamente.
Para apoyar esta opinión, las compañías ‘on
line’ se apresuran a indicar que su negocio
no entra en competencia con el modelo
tradicional sino que hay sitio para todos y
que sus empresas solo responden a una
necesidad marcadas por la sociedad y las
nuevas tecnologías.
Prohibidas en algunos
países
En la actualidad, ni
el ordenamiento jurídico español ni el
comunitario ofrecen soluciones para actuar
contra el juego en Internet, aunque algunos
Gobiernos ya están llevando a cabo procesos
sancionadores contra los establecimientos
que operan donde el juego está prohibido.
Estados Unidos es uno de los países que más
ha perseguido a las firmas de apuestas a
través de Internet y donde varios Estados
han tomado medidas para obstaculizar el pago
a través de la Red de transacciones
relacionadas con el juego. El Departamento
de Justicia ha llegado a señalar, incluso,
que sus leyes prohíben las apuestas con
otros países.
Y si la persecución de
esta actividad fallara, otra opción sería
trasladar al ciudadano la sanción por el
juego en los casinos de la Red: “Considerar
que el consumidor que juegue a través de un
sistema de Internet que no cumple los
requisitos legales, está cometiendo una
infracción susceptible de ser sancionada”,
explica el abogado.
Otro de los problemas
con los que últimamente se han encontrado
las casas de apuestas ‘on line’ son las
demandas de equipos de fútbol, como la
interpuesta por el Real Madrid, que ha
intentado que las empresas de apuestas en
Internet dejasen de utilizar el nombre y las
fotografías de sus jugadores. De momento el
tribunal de París donde se llevo a cabo la
denuncia ha desestimado la adopción de
medidas provisionales, pero el caso sigue su
curso