Mientras sigue a la espera de la autorización para abrir las puertas de Distrito Arcos, su nuevo shopping en Palermo, la compañía IRSA, comandada por Eduardo Elsztain, sigue inmersa en varias controversias derivadas de sus otros negocios en la Ciudad de Buenos Aires. En este sentido, la desarrolladora sumó una nueva denuncia por el canon irrisorio que abona por la explotación del centro comercial Buenos Aires Design, emplazado en pleno Recoleta, una de las zonas más cotizadas. Impulsada por los legisladores porteños Gustavo Vera (ex UNEN y director de la Fundación La Alameda) y Pablo Bergel (Proyecto SUR), la acusación se extiende a las distintas concesiones otorgadas por el Gobierno de la Ciudad. La presentación judicial se sustenta, entre otras aristas, en el exiguo monto que abona por la explotación de un punto comercial estratégico. La denuncia en cuestión revela que IRSA paga apenas $46.000 mensuales en concepto de derechos de uso. Por dicha suma, la compañía puede hacer usufructo de los 70 locales, dos centros de eventos y convenciones y la explotación de 140 cocheras. «Realmente se trata de una cifra ridícula. Con los ingresos que recibe el centro comercial en unas muy pocas horas, a la desarrolladora ya le queda dinero de sobra para pagar varias veces ese canon», dijo Pablo Bergel, legislador porteño. «La denuncia ya fue presentada a la Justicia porteña. Buenos Aires Design forma parte de un grupo enorme de concesiones otorgadas a precio vil, por las que se paga poco y nada al Gobierno local», agregó. Por mencionar un ejemplo, el legislador señaló: «El estacionamiento del hipódromo -que es para más de 1.000 autos- directamente no paga nada. A modo comparativo, por el de Costa Salguero se abonan unos $170.000, siendo que incluye 23 emprendimientos». Ante el tenor de la denuncia, se le consultó a Sergio Dattilo, director de comunicaciones de la firma, que se negó a dar respuesta a las preguntas formuladas. La polémica en torno al Buenos Aires Design no se agota en el monto irrisorio que, afirman los legisladores, IRSA abona cada mes. Otro aspecto muy controvertido es la decisión del Gobierno porteño de extender por decreto la concesión que la compañía de Elsztain explota desde hace más de veinte años, controlada por la firma Emprendimiento Recoleta S.A. Gabriela Cerruti, legisladora por Nuevo Encuentro, señaló que la primera de varias concesiones que le fueron otorgadas a la empresa data de «la intendencia de Carlos Grosso, con el fin de que realizara la remodelación y reacondicionamiento del Centro Cultural Recoleta». «La ex Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires y Emprendimiento Recoleta S.A. suscribieron el contrato de concesión por 20 años (hasta 2013), no incluyéndose en dicho período el plazo de ejecución de las obras comprometidas por el concesionario», comentó la fuente consultada. Y detalló: «En noviembre de 2010, tres años antes del fin de la concesión, el Gobierno de la Ciudad dictó un decreto que establecía una prórroga de 5 años desde la fecha de vencimiento», especificó. Cerruti es justamente una de los que impulsa un proyecto de ley para anular esa extensión de tiempo, hasta el 2018, que le fuera concedida a IRSA para que siga haciendo usufructo del Shopping Buenos Aires Design por $46.000 mensuales. «De hecho, en el decreto no se exhiben claramente los motivos por los cuales se prorrogó la concesión por 3 años antes de su vencimiento. No existe proporcionalidad entre la finalidad perseguida y la medida dispuesta». Fuente: iprofesional.com
Nueva denuncia contra IRSA
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