La reforma impositiva que impulsa el Gobierno incluye una medida que puede transformarse en la embestida final contra el Monotributo. Hacienda pretende excluir del régimen a todos los monotributistas cuyo patrimonio supere el equivalente a tres veces el mínimo no imponible del impuesto sobre los Bienes Personales. Esto implicaría, a valores actuales, que un monotributista que tenga bienes por una suma superior a $2.850.000 (unos u$ s163.000, a la cotización actual)no pueda seguir estando en el régimen simplificado. Ese solo dato sería razón suficiente para que la AFIP lo expulse del régimen, sin importar el monto de su facturación declarada o la categoría en que se encuentre anotado.
Los que queden afuera del Monotributo no tendrán muchas opciones si pretenden seguir desarrollando sus tareas «en blanco»: estarán obligados a inscribirse en el régimen general de IVA y Ganancias para pagar sus impuestos. Y además aportar al sistema previsional como Autónomos.
El mínimo no imponible de Bienes Personales está fijado en $950.000 para este año. Y debería subir a $1.050.000 en 2018. En cualquier caso, al multiplicar por tres esos valores surge una cifra que podría ser fácilmente superada por cualquier propietario de un inmueble de tres ambientes en la Capital Federal, un auto nuevo y algunos ahorros.
La decisión de aplicar esta restricción sobre los monotributistas había trascendido en los días previos a la presentación oficial de la reforma impositiva, a cargo del ministro de Hacienda Nicolás Dujovne. Sin embargo, el funcionario no mencionó esta iniciativa cuando habló ante los medios. Se refirió sólo a dos medidas para hacer más simple el régimen (establecer sólo dos recategorizaciones por año en lugar de las tres actuales y eliminar la obligación de contar con una cantidad determinada de empleados para los contribuyentes de las categorías superiores que venden bienes).
Pero la intención de establecer un límite patrimonial para poder estar en el Monotributo fue confirmada ayer durante la conferencia de prensa en la que el jefe de la AFIP, Alberto Abad, presentó un aumento de 31,4% en la recaudación impositiva de octubre (ver página 4).
«No hay una cifra ni un tope establecido. Todo está bajo estudio. Lo único que les puedo confirmar es que en la propuesta que será enviada al Congreso habrá un límite patrimonial para monotributistas», explicó.
El jefe de asesores de Abad, Roberto Sericano, -quien fue titular de la DGI en el año 2000- añadió que «lo que se está considerando es de cuánto será el tope. Estará entre un mínimo de tres veces y un máximo de cinco veces el mínimo no imponible de Bienes Personales». Sericano también declinó precisar cuánta gente podría quedar alcanzada por una medida de esta naturaleza porque -dijo- «no se puede calcular hasta que se defina el tope».
Ante una consulta de Ámbito Financiero, el funcionario aclaró que el tope no diferenciará a los llamados «monotributistas puros» y de los que a la vez tienen un trabajo en relación de dependencia que les permite justificar su nivel patrimonial.
El régimen de Monotributo está bajo la mira oficial desde hace varios años porque en la AFIP consideran que muchos de los anotados deberían estar pagando IVA y Ganancias. «Los monotributistas pagan 30% menos de impuestos que los que deberían pagar si estuvieran en el régimen general», estimó ayer Sericano.
Este cálculo no es algo que ignoran los técnicos de Dujovne en Hacienda. Cada contribuyente que quede afuera del Monotributo y pase al régimen general significará un 30% más de recaudación que ayudará a paliar la baja de impuestos que prevé la reforma tributaria en otros rubros, como Ganancias de las empresas que reinviertan utilidades.
La medida se ajusta al objetivo de Hacienda de presentar la reforma como un juego de suma cero. Pero a medida que se revuelve en la canasta de medidas van apareciendo propuestas que inclinan el peso de la carga sobre las personas físicas, con impacto directo en el consumo.
Bajo la lupa del Gobierno hay algo más de 700.000 monotributistas que integran las categorías más altas, pero que representan sólo 24% del total de inscriptos activos. Allí creen en la AFIP que está la masa crítica sobre la que hay que apuntar para encontrar a los que deberían salir del régimen.
Si la medida pasa el filtro del Congreso, habrá un éxodo obligado de cuentapropistas que deberán elegir entre acudir a un estudio contable para que les prepare las liquidaciones de IVA y Ganancias o, en un caso extremo, regresar al mundo de la informalidad del cual el Monotributo alguna vez los ayudó a salir.