Este sábado 15 de noviembre, el escenario de la cancha de River Plate vibró al ritmo de Oasis, con Noel y Liam Gallagher en una actuación memorable que mantuvo al público al borde de la emoción. Tras 16 años de espera, los amantes de la música pudieron vivir nuevamente la magia de una de las bandas que definieron una era.

Las presentaciones en Argentina, Chile y Brasil culminan una gira internacional de alto impacto. Con entradas agotadas, el regreso de Oasis ha encendido la esperanza de nuevos shows en el horizonte, dejando a los fanáticos deseosos de más música en vivo de sus ídolos.

A las 20:30, puntuales como siempre, Oasis salió al escenario entre aplausos ensordecedores. Con una introducción electrizante que incluyó éxitos como Hello y (What’s The Story) Morning Glory, la banda demostró que el tiempo no ha mermado su energía ni su capacidad de conectar con el público.

El público en River era un auténtico mosaico: desde fanáticos de toda la vida, ahora cuarentones y cincuentones, hasta jóvenes adolescentes que redescubrieron la música de Oasis a través de plataformas como TikTok, creando un ambiente vibrante y lleno de nostalgia.

Desde su primera visita al país en 1998, la banda no dejó de crecer en popularidad. Su última actuación antes de la separación tuvo lugar también en la cancha de River, donde interpretaron clásicos que resonarán por siempre. La magia de canciones como Wonderwall y Don’t Look Back in Anger hizo que el tiempo pareciera detenerse.

Los hermanos Gallagher han evolucionado desde los dioses del rock rebelde a figuras mucho más accesibles y afables. Liam, con una voz potente, y Noel, reconocido por su maestría en la guitarra, dejaron atrás rencillas para ofrecer una experiencia única y llena de camaradería.

El exlíder de The Verve, Richard Ashcroft, fue el encargado de abrir el show, deleitando a los asistentes con sus éxitos, incluida la aclamada Bitter Sweet Symphony. Agradecido y exhibiendo la camiseta argentina, su actuación fue recibida con entusiasmo por un público que no dudó en corear cada una de sus canciones.

Con un setlist centrado en el 30° aniversario de (What’s The Story) Morning Glory, la noche se convirtió en un tributo a la música británica. Los críticos elogiaron el estado vocal de Liam y la precisión de Noel, reflejando la madurez artística que han alcanzado a lo largo de los años.

El recital se transformó en una celebración de la herencia musical de Oasis, donde cada melodía evocó recuerdos y emociones intensas. En esta noche mágica, los hermanos Gallagher ofrecieron no solo un espectáculo, sino también un reencuentro con su legado, haciéndonos recordar por qué su música sigue siendo atemporal.