El Ejecutivo argentino ha dado un paso decisivo hacia la venta del 44% de las acciones de Nucleoeléctrica S.A., con el objetivo de financiar su Plan Nuclear. A pesar de la creciente tendencia mundial hacia el control estatal de la energía nuclear, el titular de la empresa, Demian Reidel, sostiene que esta privatización podría ser la clave para revitalizar el sector.

Controversias y Obstáculos Legales

La diputada nacional Gabriela Estévez, de Unión por la Patria, ha interpuesto un amparo ante la Justicia Federal para detener este proceso. Asegura que NASA «no es deficitaria ni prescindible», destacando que la compañía reportó ganancias de 17 millones de dólares en el primer trimestre de 2025 y que está involucrada en proyectos vitales, como la extensión de vida de la Central Nuclear Atucha I.

Estévez subraya que «la privatización pone en riesgo la continuidad de obras estratégicas y la estabilidad tarifaria de más de 2,5 millones de hogares», un argumento que promete intensificar el debate en torno a la propiedad estatal de los recursos energéticos.

Intereses Internacionales en el Mercado Nuclear

Reidel ha explicado que la decisión de vender parte de los activos busca atraer inversiones necesarias. Según informes, existen indicios de interés por parte de empresas estadounidenses y otros actores internacionales, especialmente aquellas vinculadas al Grupo de Viena, como Westinghouse y Électricité de France, interesados en el uranio y en el desarrollo de reactores modulares pequeños.

Aunque los rumores sugieren que la Corporación América, liderada por Eduardo Eurnekián, podría estar interesada en explorar el negocio nuclear, fuentes cercanas a la empresa han desmentido esa posibilidad. Actualmente, el Gobierno enfrenta la presión de realizar reformas estructurales, en gran parte impulsadas por el Fondo Monetario Internacional, que exige la privatización de activos estatales.

Retos en el Camino Hacia la Modernización

A pesar de los planes ambiciosos, el avance hacia la modernización no parece urgente. «Reidel está más enfocado en desarrollar reactores que en acelerar las inversiones en data centers», afirman quienes siguen de cerca el proceso. El Plan Nuclear incluye el desarrollo del reactor modular ACR 300, pero aún no hay prototipos concretos.

Analistas como Nicolás Malinovsky advierten que la privatización de Nucleoeléctrica podría ser el primer paso hacia el desmantelamiento del sector nuclear argentino, ya que el Gobierno no prioriza el desarrollo de tecnologías estratégicas como la energía nuclear. Esto se manifiesta en la paralización de importantes proyectos, lo que plantea interrogantes sobre el futuro de la energía nuclear en Argentina.