Así, Olmert se convirtió hoy en el primer ex jefe del Gobierno de Israel que ingresa en prisión. Antes de cumplir la condena reconoció en un video difundido por medios locales que «como todo representante público he cometido errores» y que por ellos «pagaré un alto precio, quizás muy alto». El político añadió que entraba en prisión «con gran pesar» y expresó que «ningún ciudadano está por encima de la ley», informó la agencia de noticias EFE. El ex primer ministro abandonó por la mañana su residencia en la localidad de Motza, aledaña a Jerusalén, para desplazarse a la prisión de Maasiyahu, a las afueras de Tel Aviv, en la que estará rodeado de excepcionales medidas de seguridad y donde ingresó flanqueado por tres escoltas, según imágenes difundidas por medios locales. Pendiente aún de otros dos procesos, Olmert cumplirá por ahora una condena de 19 meses (18 de un caso y uno adicional de otro), y lo hará en una cárcel por la que ya pasaron otros políticos, entre ellos el ex presidente Moshé Katsav -condenado por delitos sexuales- y varios ministros. Menos de siete años transcurrieron desde que se vio obligado a dejar la jefatura del Gobierno de Israel en 2009 al destaparse varios casos de corrupción y las consiguientes pesquisas policiales, pero aún es considerado una «persona protegida», cuyos contactos y entorno deben seguir estando bajo supervisión. El pasado miércoles un tribunal lo condenó a un mes adicional de castigo de privación de libertad por haber tratado de convencer a la que fuera su secretaria y confidente, Shula Zaquen, de que no testificara contra él en uno de los juicios por corrupción. Esa pena se sumaba a los 18 meses a los que el Supremo refrendó en diciembre pasado por su parte en la trama conocida como «Holyland», un complejo de viviendas de lujo en Jerusalén que fue aprobado durante su época como alcalde de la ciudad. En principio condenado a seis años, los magistrados le rebajaron al final la pena tras considerar que sólo quedaba demostrado que había recibido 60.000 shékels (unos 13.900 euros) en concepto de cohecho. Al ex primer ministro, que heredó el gobierno de manos de Ariel Sharón y dirigió Israel desde 2006 a 2009 al frente del partido de centro Kadima, aún le quedan dos expedientes judiciales, el principal de ellos el llamado «Caso Talansky», por el que ya fue declarado culpable y condenado a otros ocho meses. De acuerdo a lo que diga el Supremo, Olmert podría ver ampliada aún más su estancia en prisión.
Olmert se convirtió en el primer jefe de gobierno israelí en ir a prisión
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