El serbio deslumbró en el Abierto de Miami. Cuando “Nole” ya se imponía por 2-0 en el primer set, falló el primer saque y su rival, Kyle Edumd, respondió el balón muy alto. Ahí apareció toda la magia del número 1, quien antes de que la pelota tocara el piso, advirtió su trayectoria exacta en el aire, se posicionó y la recibió en su bolsillo con total naturalidad.
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