Alejandro Lamarque es recordado por su inolvidable personaje en la tira Señorita maestra, donde protagonizó al querido Palmiro Caballasca. Sin embargo, su vida de hoy dista mucho de esa realidad: vive en una casilla precaria de San Vicente, no tiene trabajo ni ingresos, ni la medicación que necesita todos los meses para hacer frente a sus problemas de salud.
Lamarque salió en un móvil de televisión, donde pidió ser revisado por un oftalmólogo para determinar si su ceguera es definitiva o tiene cura: «Me quedé ciego hace un año. Me dejé estar y me agarraron cataratas. Soy hipocondríaco y tengo la presión ahora en 20/10”. Vive en una casilla sin paredes, cubierta por lonas, sin baño ni agua potable. “Es un asco como estoy viviendo, ni un perro puede vivir así”, señaló.
El actor fue conocido popularmente por la frase “me hirve la sangre”, cada vez que debía completar una tarea que no le resultaba simple. Alejandro vive solo, es hipertenso y asegura que no puede comprarse la medicación que necesita. “No tengo quien me ayude. Vivo acá en el medio del campo y a la gente de este lugar no le puedo pedir nada más. Vine por seis meses y hace dos años que estoy acá», relató de manera dramática en diálogo con Diego Moranzoni.
“No tengo baño y tengo bolsas llenas de porquería porque nadie viene a sacarme nada”, señaló Alejandro, quien sostuvo que tiene una hija de 20 años a la que no ve: “Tiene dos pibes, está descerebrada, le decís dos palabras y se pone histérica. Está a full con su familia y no quiere que hable de ella. Dice que le da vergüenza que yo cuente en Crónica cómo estoy viviendo. Hay un chico que a veces me ayuda para hacerme las compras”.
“Pedí en el hospital que me lleven a que me operen los ojos y me dejaron tirado. Si alguien que está viendo se copa, necesito que me hagan una ecografía para ver si lo de mis ojos es operable. Yo googleé todo sobre mi tema de los ojos y sé que en veinte minutos recupero la vista. Y si me curo me puedo arreglar solo. Tengo una camioneta acá en mi casa que si puedo ver la arreglo y vuelvo a laburar”, dijo Lamarque, quien además tiene una fractura en un brazo, producto de una caída en noviembre pasado.
El hombre relató que sobrevive por la ayuda del Estado: “Llamo a Desarrollo Social para que me dé la comida. Tengo un canuto guardado de dinero pero no tengo quién me vaya a comprar, porque los vecinos están lejos. Esto es campo y no tengo a nadie cerca de casa”.
“Tengo una historia de mier… No conocí a mi padre y mi mamá me sacó el primer sueldo de la tele. ¿Cómo llegué a esto? Me dejé estar por gil. Yo no soy pobre, vivo aquí porque no tengo para pagar una sirvienta. Perdí como en la guerra cuando vendí la casa que tenía a un dólar de veinte pesos. Vivo así porque no puedo ver”, sostuvo Lamarque, que además relató que trabajó de remisero hasta hace un año, cuando quedó ciego y no pudo seguir manejando el vehículo.
“Mi vieja me echó de casa junto con mi hermano menor. Ella está postrada. No quiero nada de mi hermano», agregó. «Necesito la vianda de comida que dicen que dan para la gente que no tiene. Irme de acá si me pueden poner con gente copada que me cuide”.
Desde el programa le ofrecieron ayuda para varios de sus problemas de salud, brindarle los medicamentos que necesitaba y acompañarlo al oftalmólogo para que le realicen los estudios necesarios.
«Estoy agradecido de corazón. Tengo que pedir también alcohol en gel, lavandina y cosas de limpieza. Necesito que el municipio venga a casa a llevarse todas las bolsas de porquerías que tengo acá», culminó su relato.
Señorita maestra se emitió por ATC entre 1983 y 1985, bajo la autoría de Abel Santa Cruz, y estuvo protagonizada por Cristina Lemercier, Jorge Barreiro, Patricia Castell, Stella Maris Closas y Rey Charol. /Infobae