Por Roman Lejtman
Infobae
Si no hay cambios de último momento, el Papa y el Presidente se reunirán este sábado 60 minutos a solas en Il Fungo (el hongo), un estudio cercano al Aula Pablo VI que Francisco utiliza para encuentros distendidos con jefes de Estado.
Su Santidad desea escuchar al Presidente, conocer sus pensamientos políticos y entender su agenda de gobierno, una información clave que llega fragmentada por intermediarios que no acceden a la intimidad de la quinta de Olivos. Francisco quiere dar vuelta la página, una pretensión institucional que comparte con Macri. Y todas las señales muestran que no estamos frente a un dogma de fe: el Papa propuso una audiencia sin protocolos rígidos, mientras que el Presidente llegará con una delegación oficial que satisface la sensibilidad política de Santa Marta.
Además de la intención de Francisco de escuchar distendido al Presidente, no se descarta que el Papa y Macri conversen sobre la lucha contra la pobreza y un eventual Pacto Social que siente al Estado, los gremios y los empresarios en una misma Mesa de Concertación. Por eso, hay una fuerte presión de los obispos a la CGT para que eviten convocar a una medida de fuerza antes que Macri regrese de su viaje relámpago a Roma.
El Presidente ha reiterado en Bruselas, Berlín y Nueva York que tiene una decisión política respecto a los refugiados sirios que la crisis de Medio Oriente expulsa hacia Europa y América Latina. Se trata de un dramático efecto geopolítico causado por los enfrentamientos entre ISIS y las tropas que responden a la OTAN y al gobierno de Siria apoyado por el Kremlin.
«Coincido con el Papa: hay que dar una mano a los refugiados que deben abandonar sus hogares para evitar ser asesinados en Siria», me dijo Macri después de su discurso en la Asamblea General de Naciones Unidas.
–¿Va a hablar con Francisco cuando lo vea en el Vaticano?– pregunté.
–Sí. Ya tenemos un plan en marcha, y todos estamos preocupados por los refugiados sirios que se escapan de la masacre en su país.
Pero los refugiados no es el único asunto internacional que Macri y Francisco abordarán en la audiencia del próximo sábado. Está previsto también que el Papa y el Presidente conversen sobre la situación social y política en Venezuela y Brasil. Aquí no hay coincidencia sobre los procesos políticos que protagonizan Nicolás Maduro y Michel Temer. Sin embargo, y pese a las diferentes perspectivas, ambos jefes de Estado creen indispensable encontrar herramientas diplomáticas que eviten una mayor crisis institucional en la región.
«No tenés que descartar que Francisco le plantee al Presidente la muerte del cura en Tucumán. En el Vaticano se considera un asesinato lo que le sucedió a Juan Viroche, y hay mucha preocupación», aseguró a Infobae un interlocutor directo del Papa.
–¿Para Francisco es un tema vinculado a los narcos?
–Sí. Se teme que suceda igual que en México, donde los curas comienzan a ser blancos del Narco.
–¿Es parecido al caso del padre Pepe?
–Exacto. Pero en ese caso, Jorge Bergoglio trasladó al padre Pepe y no lo mataron.
Hasta ahora, no está previsto que Francisco hable con los periodistas tras su encuentro con Macri, que sí ofrecerá una conferencia de prensa en la Embajada de Argentina ante el Vaticano, ubicada en la Via della Conciliazione.
Pareciera que todo se encamina hacia una nueva relación entre Francisco y Macri. O por lo menos eso es lo que se escucha en Santa Marta y Olivos.
Ver para creer.