"Cientos de Venezolanos se Unen Globalmente para Celebrar el Premio Nobel de María Corina Machado"
Un clamor solidario resonó en más de 80 ciudades del mundo, donde venezolanos se unieron bajo la consigna "el Nobel es nuestro" en apoyo a María Corina Machado, quien será galardonada con el Premio Nobel de la Paz el próximo 10 de diciembre en Oslo, Noruega.
La «Marcha por la Paz y la Libertad» en Buenos Aires atrajo a numerosos manifestantes, entre ellos la senadora Patricia Bullrich. Ciudades como La Plata, Rosario, Mendoza, Córdoba, Río Gallegos y Puerto Madryn también se sumaron a la protesta.
Una Movilización Internacional por la Libertad
La convocatoria trascendió fronteras y reunió a participantes de más de 20 países en América y Europa, con una fuerte presencia en Sudamérica, incluyendo Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay.
La Confirmación del Viaje a Oslo
Tras varias semanas de incertidumbre, María Corina Machado anunció que viajará a Noruega para recibir su premio. Kristian Berg Harpviken, director del Instituto Nobel, reveló que pudo comunicarse con ella, pero debido a preocupaciones de seguridad, no se ofrecerán más detalles sobre su viaje.
Un Reconocimiento a la Lucha Venezolana
En un mensaje difundido por redes sociales antes de la movilización, Machado manifestó: «Este reconocimiento es un tributo a la dignidad del pueblo venezolano, un llamado a seguir luchando por nuestra libertad.» Destacó que el Nobel representa la fortaleza frente a la opresión, señalando: «Venezuela nació libre y nuestras familias merecen vivir unidas.»
Un Contexto de Represión
La movilización se produjo el mismo día en que se anunció la muerte del opositor Alfredo Díaz, quien estaba detenido en El Helicoide, un lugar señalado por organizaciones internacionales por sus violaciones a los derechos humanos. Este hecho fue interpretado por Machado y Edmundo González Urrutia como parte de un «patrón sostenido de represión estatal.»
Responsabilidad y Justicia
Machado y su compañero político expresaron que la integridad de los prisioneros es responsabilidad del régimen, subrayando que la muerte de Díaz no puede ser considerada normal, sino un crimen que refleja la situación crítica de los derechos humanos en Venezuela. Se unieron a las voces que condenan la alarmante ola de fallecimientos de presos políticos tras las elecciones del 28 de julio.
