En una reciente entrevista con Canal E, Pedro Gaite profundizó sobre el creciente deterioro del frente externo argentino, indicando que el actual régimen cambiario está lejos de facilitar una macroeconomía estable.

El déficit de dólares: un problema persistente

Gaite sostiene que la raíz de los problemas económicos sigue siendo la escasez de dólares. Según él, el Banco Central enfrenta reservas “muy reducidas”, lo que hace cada vez más difícil la acumulación de divisas necesarias para el crecimiento.

El economista criticó al Gobierno por «subestimar la relevancia del frente externo», al centrarse casi exclusivamente en cuestiones fiscales y monetarias. Esta visión genera expectativas de devaluación constantes y un riesgo país que no disminuye.

Un modelo económico que deja afuera a muchos

Según Gaite, el esquema cambiario actual favorece únicamente a ciertos sectores, como el agro y la energía, mientras marginaliza a la industria manufacturera, el comercio y la construcción. Esta dinámica no permite la generación de empleo de calidad; el empleo que se pierde en sectores como la industria no es absorbido por otros más residuales, como la minería, lo que provoca un aumento de trabajos informales y mal remunerados.

Esquema cambiario: un sistema agotado

El economista fue contundente al afirmar que el “esquema de bandas cambiarias está agotado”. Insiste en que, incluso en el nivel más alto del rango establecido, el tipo de cambio real es insuficiente para facilitar la acumulación de reservas genuinas. Propone, como alternativa, un ajuste del tipo de cambio dentro de un marco revisado que considere un impacto inicial negativo sobre salarios y actividad, pero que permita corregir el rumbo.

Gaite argumenta que, a pesar de los efectos desfavorables que pueda presentar, la actual recesión limita el pasaje inflacionario, lo que brinda la oportunidad de efectuar correcciones sin impactos desmedidos en los precios.

Políticas coordinadas y un enfoque integral

El economista también hace hincapié en la necesidad de implementar políticas que coordinen expectativas y acuerdos en precios y salarios, además de un mayor gasto social para mitigar el impacto de estas reformas y mejorar los ingresos de la población: “Es esencial que los salarios comiencen a recomponerse”.

En cuanto a la postura del Gobierno sobre el uso de bandas cambiarias, Gaite la considera una visión “ideológica y monetarista” que minimiza la importancia de acumular reservas. Según él, los acreedores internacionales están atentos a la fragilidad del frente externo, lo que dificulta la reducción del riesgo país y el acceso a financiamiento: “Es complicado que el riesgo país baje a 300 o 400 puntos sin una acumulación real de reservas”.