Iba Pérez Corradi se quiere asegurar ciertos beneficios antes de aportar lo que asegura ser información clave en las causas por el tráfico ilegal de efedrina y el triple crimen de General Rodríguez. El pasado miércoles declaró por cuatro horas y la indagatoria se interrumpió por pedido de sus abogados, pero éstos ya mostraron cuál será la negociación en marcha: «Mi cliente quiere declarar bajo los términos del 29 ter de la 23.737», le dijeron a la jueza María Servini de Cubría. Por el momento, reina cierto desconcierto sobre cómo se instrumentará lo que finalmente será la moneda de cambio para el exprófugo, a fin de que aporte información en ambos expedientes. Hasta ahora, Pérez Corradi sólo dio un pantallazo de lo que sabe: prometió presentar documentación y testigos y la jueza Servini de Cubría le tiene preparadas más de un centenar de preguntas para la próxima semana. Si bien aún no está definido, los abogados de Pérez Corradi, Carlos Broitman y Juan José Ribelli, pretenden que quede amparado y goce de los beneficios de la ley 23.737, más conocida como la «ley de drogas». En el artículo 29 ter de esa norma establece que se podrá reducir la pena «hasta la mitad del mínimo y del máximo o eximirla de ella», cuando durante la sustanciación del proceso o con anterioridad a su iniciación «revelare la identidad de coautores, partícipes o encubridores de los hechos investigados» o «aportare información que permita secuestrar sustancias, materias primas, precursores químicos, medios de transporte, valores, bienes, dinero o cualquier otro activo de importancia, provenientes de los delitos previstos». Se trata de una figura distinta a la que se acogió Leonardo Fariña cuando declaró en la causa por el lavado de dinero que tiene detenido a Lázaro Báez y en la cual está imputada la expresidenta Cristina Kirchner. Fariña está bajo el programa de protección a testigos e imputados y, si bien también contempla reducir la pena al momento de llegar una condena, el exesposo de Karina Jelinek tiene otros beneficios que no rigen para la figura que se le aplicaría al exprófugo. De implementarse esa figura sobre Pérez Corradi, sólo regiría para la acusación que pesa en su contra por el tráfico de efedrina, del cual él no se declara culpable: incluso dijo ante la jueza que el triple crimen de General Rodríguez de 2008 fue una causa que le armaron para «correrlo del negocio». Más allá de los beneficios que pretenda sacar Pérez Corradi de su declaración, todo hace pensar que seguirá tras las rejas: está sindicado como partícipe de un triple crimen, de tener una participación clave en el tráfico de efedrina y, en pocos días, un fiscal pedirá juzgarlo por lavado de dinero en la causa por la «mafia de los medicamentos». A ello se suma el hecho de que, cuando se le otorgó el beneficio de la libertad, se fugó y estuvo prófugo más de cuatro años, hasta que finalmente fue detenido en Paraguay y extraditado a la Argentina.
Pérez Corradi puso condiciones para colaborar con la Justicia
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