En una audiencia celebrada en Miami, destacados periodistas argentinos denunciaron el aumento alarmante de violencia y acoso dirigido hacia el ejercicio del periodismo en el país. Los testimonios revelan un panorama sombrío donde el deber de informar se ve constantemente amenazado por la falta de respeto a la prensa y la intimidación estatal.

Voces Valientes: Mengolini y Alconada Mon Relatan su Experiencia

Julia Mengolini, reconocida periodista, comenzó su intervención compartiendo las brutales condiciones a las que se ha enfrentado en su carrera. «He vivido bajo un régimen que utiliza el aparato estatal para acallar y desprestigiar a quienes critican», relató. Mengolini fue víctima de una feroz campaña de difamación orquestada desde los niveles más altos de poder, la cual incluyó amenazas violentas y acoso digital.

“Con el uso de inteligencia artificial, crearon falsedades sobre mí, y el presidente no dudó en amplificar estos ataques. En solo cuatro días, se burló de mí en redes sociales casi un centenar de veces, justificando la violencia como un castigo merecido”, explicó Mengolini, visibilizando la
gravedad de su situación.

El Caso de Alconada Mon: Espionaje y Hostigamiento

Hugo Alconada Mon también se dirigió a la CIDH, relatando su experiencia con el espionaje gubernamental. Tras destapar un informe sobre actividades ilegales de espionaje del Gobierno, se convirtió en blanco de intentos de hackeo y campañas de acoso. “Sufrí múltiples intentos de acceso a mis cuentas y he recibido amenazas persistentes. Me inscribieron en páginas web con contenido pornográfico usando mi nombre, lo que me llevó a presentar una denuncia penal”, contó.

FOPEA y Sipreba: Un Llamado a la Protección del Periodismo

Las denuncias no solo provienen de periodistas individuales. Organizaciones como FOPEA y Sipreba subrayaron el problema generalizado. “Los ataques a la prensa han aumentado, especialmente aquellos que surgen desde el ámbito político, evidenciando un grave desinterés por la libertad de expresión”, denunciaron. Sipreba hizo eco del vacío de mensaje y del cierre de medios estatales, lo que plantea serias implicancias para la pluralidad en la comunicación.

Además, durante las protestas, periodistas enfrentan una violencia desmedida, siendo agredidos físicamente. El caso de Pablo Grillo, un fotógrafo herido por un proyectil de gas lacrimógeno, ilustra el peligro que enfrentan los reporteros en su labor de informar.

La situación actual de la libertad de prensa en Argentina exige atención y acción. La CIDH tiene un papel crucial en la vigilancia de estos derechos fundamentales, y las voces de quienes informan no deben ser silenciadas.