La sentencia fue dictada por Tribunal Oral en lo Criminal 18, que hizo lugar a los pedidos de la fiscalía y de la querella para imponerles perpetua por «privación ilegal de la libertad con el fin de obligar a la víctima a hacer algo contra su voluntad, agravado por haberse causado intencionalmente su muerte». La causa analizó el caso de Gustavo Gattoni, un empresario hotelero de 42 años, casado y con dos hijos, que desapareció en junio de 2013. Su familia hizo la denuncia en la comisaría de la zona de Boedo y tres días después su cadáver, con seis puñaladas, fue hallado en un camino de tierra de Bella Vista (San Miguel), en el noroeste del Gran Buenos Aires. Por el crimen fueron detenidos dos hombres, que iban a hacer una sociedad comercial con la víctima. La hipótesis de la investigación apuntaba a que los sospechosos se enteraron de que la víctima no tendría el dinero para hacer el negocio pautado y decidieron secuestrarlo. Desde el 5 de mayo los jueces del TOC 18 Ricardo Rojas, Domingo Luis Altieri y Pablo García de la Torre escucharon la declaración de trece testigos, entre quienes estaban familiares, compañeros y ex empleados de Gattoni, así como los policías que intervinieron en la investigación del caso. Según la página de noticias Fiscales (de la Procuración), el fiscal de juicio Guillermo Morosi consideró probado que los imputados retuvieron contra su voluntad a Gattoni en la casa de uno de ellos, en el barrio de Mataderos, el 5 de junio de 2013. Para el fiscal, el objetivo era ‘desapoderarlo’ de dinero, tanto de pesos como dólares, para luego asesinarlo. Las pruebas determinaron que ese día había una reunión entre Gattoni y los hombres en la casa de Mataderos agendada en la computadora de la víctima y que el empresario le refirió a sus empleados que volvería después. En ese marco, los magistrados consideraron que no resultaba creíble la versión de los acusados, que sostuvieron que no privaron de su libertad a la víctima. Para la fiscalía y luego el tribunal, Gattoni fue obligado a entregar su tarjeta de débito con la correspondiente clave para operar en cajeros automáticos, desde donde se generaron tres extracciones de dinero entre el 6 y el 8 de agosto por un total de 6.600 pesos. Durante el tiempo, Gattoni fue herido de gravedad «en la cabeza y en la cara», lo cual le provocó una «hemorragia intracerebelosa» que le provocó un paro cardiorrespiratorio. Para garantizar su impunidad, los asesinos trasladaron el cadáver en un auto y lo abandonaron en una zona descampada de Bella Vista. Para el tribunal no hubo dudas al respecto porque la camioneta de uno de los hombres tenía rastros de sangre en la caja y el GPS tenía como último destino consultado el lugar donde fue hallado el cadáver. Durante el juicio se supo que «en connivencia con los dos condenados, una persona que se hizo pasar por cadete fue a retirar del domicilio de la víctima, en Villa Madero, unos 2.000 dólares» que le entregó la pareja de la víctima tras recibir una serie de indicaciones telefónicas del propio empresario. Los condenados «no quisieron dejarlo ir sin que antes les entregara el dinero», estableció el tribunal.
Perpetua para asesinos del empresario hotelero
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