¿Quién tiene más culpa, el niño de 14 años que entra en a la computadora escolar con una clave robada para cambiar un fondo de pantalla, o el profesor que usa su apellido como clave?
Son dos tipos de culpabilidad diferentes, cierto, pero ambos casos merecen ser castigados.
El problema es que el delito por acceder a una computadora escolar con una clave no autorizada se considera hackeo, y en el estado de Florida conlleva una pena máxima de 5 años de cárcel y 5000 dólares de multa.
Lógicamente un menor no va a ir a la cárcel, pero si es condenado una temporada en el correccional no se la quita nadie…
Domanik Green es un chico de 14 años que estudia en la escuela Paul R. Smith Middle School de Florida.
No le caía bien uno de sus profesores, así que decidió hacerle una broma. Accedió a la computadora escolar que utilizaba el profesor y le cambió el fondo de pantalla, poniendo a dos hombres besándose.
¿Cómo consiguió Domanik la clave?
No tuvo que romperse mucho la cabeza: era el segundo apellido del profesor. Asegura que varios alumnos la conocían, y que la utilizaban para usar las webcam de los computadoras escolares con Skype.
Asumiendo que se trataba de una broma, el colegio lo ha expulsado 10 días y ha cambiado todas las claves de las computadoras por otras más seguras.