Leticia Costa Delgado / El País – El sitio web de predicciones climáticas Weather Channel no solo ofrece información detallada a los habitantes de Estados Unidos a cerca de tormentas, nevadas y cambios de temperatura. También cuenta con un minucioso mapa de “dolores y aflicciones”.
En ese informe de Aches and Pains, por su nombre en inglés, las personas pueden saber si el estado del tiempo que se pronostica para las próximas horas podría, o no, recordarle aquellas viejas cirugías en la rodilla o aquella tendinitis que quedó sin curar.
Algo similar ofrece el servicio meteorológico alemán, que brinda a la población y, especialmente, a los hospitales alertas sobre condiciones climáticas que en determinadas zonas del territorio podrían agravar males como la artritis. Y el Servicio Nacional de Salud Británico se vale de partes como ese para predecir la carga de trabajo que tendrán sus instalaciones.
¿Empieza a tomar en serio a su abuela cuando se quejaba de que le dolían las piernas porque estaba por llover? El vínculo entre el estado del tiempo y la salud va mucho más allá de un mito popular.
Los días en que hay un alto porcentaje de humedad o variaciones bruscas en la presión atmosférica efectivamente tienen una acción sobre el cuerpo. La reacción se traduce en dolor en las articulaciones, mayor sensibilidad en algunas cicatrices y hasta jaquecas.
“Está comprobado, claro”, confirmó a El País Fernando Botta, presidente de la Sociedad Uruguaya de Gerontología y Geriatría. Una de las explicaciones tiene un fenómeno físico detrás en el que los iones presentes en la atmósfera tienen mucho que ver.
“Los iones son partículas eléctricas que hay en la atmósfera”, explicó Botta. Cuando se siente ese característico olor a pasto recién cortado que da la señal de que “está por llover” lo que se siente en realidad, dijo el especialista, es “el olor del ozono, un ion del oxígeno.
El cuerpo es altamente sensible a estas cargas eléctricas. “Tenemos comandos eléctricos en el cuerpo y ese aumento del dolor en determinadas zonas tiene que ver con la sensibilidad de los receptores nerviosos”, a una mayor carga eléctrica en el ambiente, ilustró el médico.
En sí, agregó, la sensibilidad natural del organismo se basa en la transmisión de corriente eléctrica de un lado a otro. Cuando los receptores nerviosos están sobre estimulados el dolor aumenta, o regresa, en el caso de las viejas heridas físicas.
La sensación de pesadez, por otra parte, se explica por la variación en la presión atmosférica. Según el diario La Tercera de Chile, una caída en la presión atmosférica (la que ejerce el aire sobre la Tierra) puede anteceder en hasta cinco o seis horas el arribo de la lluvia. Por eso, el cuerpo lo siente antes de que llegue.
“El saber popular casi siempre tiene razón porque se basa en hechos empíricos”, apuntó Botta. “El método científico consiste en comprobarlos y darles una explicación”.
Como forma de prevenir que aumente el dolor en los días en que el estado del tiempo es más inestable Botta aconsejó especialmente evitar los esfuerzos físicos.
Otro elemento a considerar es tratar de no ingerir grandes porciones de carne ya que sus proteínas favorecen el malestar provocado por el clima. En su lugar, el médico aconsejó llevar una dieta rica en frutas y verduras y tomar abundante líquido para contrarrestar la inestabilidad que pueda sentir el organismo.
Disciplina.
El estudio del vínculo entre el clima y la salud ha llevado a crear una disciplina especializada que aborda estos temas. Se la conoce como Biometeorología y se define como la rama de la ciencia que estudia la influencia de los factores climáticos sobre los seres vivos.
Investigaciones recientes realizadas en Uruguay han comprobado que ciertas condiciones meteorológicas como el calor pueden afectar notoriamente la actividad de los animales. Considerarlo o no puede favorecer o entorpecer una actividad productiva como la de los establecimientos lecheros.
Laurence Kalkstein, director del centro de investigación climática de la Universidad de Delaware y experto en Biometeorología, dijo a ABCNews.com que los expertos han sabido por más de 100 años que el clima afecta a los organismos vivos. “Nuestros avances simplemente se deben a que ahora tenemos computadoras para analizar los datos”, admitió.
Las claves
Lo que percibe aunque no lo vea
Electricidad dentro y fuera
Dentro del cuerpo humano hay comandos eléctricos; la sensibilidad en sí misma se basa en la transmisión de corriente eléctrica de un sitio a otro del organismo.
Interacción con la tormenta
Cuando en la atmósfera aumenta la concentración de iones (partículas eléctricas) los receptores nerviosos del cuerpo las captan y pueden aumentar su sensibilidad. El olor a pasto recién cortado que se percibe cuando está por llover es olor a los iones del ozono.
Por qué duelen las cicatrices
Ese aumento en la sensibilidad de los receptores del cuerpo hace que las viejas lesiones que en condiciones normales duelen moderadamente, en días de tormenta o mucha humedad puedan volverse algo difícil de tolerar.
La baja presión también influye
Una caída en la presión atmosférica (la que ejerce el aire sobre la Tierra) puede anteceder en hasta cinco o seis horas el arribo de la lluvia. El cuerpo lo percibe y por eso duele.
Qué hacer para prevenirlo
Aconsejan no hacer esfuerzos físicos en días en que la humedad es alta. Tampoco comer mucha carne porque las proteínas potencian la reacción. En su lugar, comer frutas y mucha verdura.