Por qué es extraordinario para la realeza británica el compromiso del príncipe Harry con la actriz Meghan Markle
Si el príncipe Harry de Inglaterra le hubiera propuesto matrimonio a la actriz estadounidense y divorciada Meghan Markle hace 80 años, muy probablemente hubiese tenido que renunciar a sus derechos reales. Eso fue exactamente lo que tuvo que hacer el rey Eduardo VIII de Inglaterra en 1936, cuando abdicó al trono por enamorarse de una estadounidense divorciada llamada Wallis Simpson. El gobierno y la Iglesia de Inglaterra se opusieron entonces a su matrimonio, por lo que Eduardo VIII abdicó y su hermano tomó su lugar para convertirse en el rey Jorge VI, padre de la actual reina Isabel II. Hoy el panorama es diferente. Todo ha sido alegría al conocerse el lunes la noticia del compromiso del príncipe Harry con la actriz Meghan Markle, de 36 años. La pareja podrá incluso casarse en una ceremonia religiosa, pues en 2002 la Iglesia de Inglaterra acordó que quienes estén divorciados pueden casarse nuevamente en esa institución. Sin embargo, el futuro ingreso de Markle en la familia real británica ha sido calificado como algo extraordinario. De raza mixta La actriz y activista social se convertirá en la primera miembro de raza mixta de la familia real británica y junto al príncipe Harry conformarán la primera pareja real interracial. La madre de Markle, la instructora de yoga Doria Radlan, es afroestadounidense mientras que su padre, el director de fotografía Thomas Markle, es blanco. Markle ha dicho en varias ocasiones que se siente «orgullosa» de quién es y de sus orígenes. En una entrevista en la revista Elle en 2015, dijo que una vez no supo qué casilla rellenar cuando le preguntaron sobre su raza en un examen escolar. Las opciones eran: blanco, negro, hispano o asiático. «Así que no rellené ninguna casilla (…) Cuando llegué a casa, le conté a mi padre y me contestó: ‘Si eso te pasa otra vez, dibuja tu propia casilla'», dijo a la publicación. Cuando iniciaban su noviazgo, algunos medios de comunicación británicos reseñaron los orígenes y la raza de Markle de una manera duramente criticada por el propio príncipe Harry. En noviembre del año pasado, el integrante de la familia real británica dijo en un comunicado que había «matices racistas» en algunos artículos de prensa y «sexismo y racismo absolutos» expresados en las redes sociales. Sobre el tratamiento de algunos medios hacia ella, Markle dijo en una entrevista junto al príncipe el lunes: «Por supuesto que es desalentador. Es una lástima que ese sea el clima en este mundo, centrarse tanto en eso o ser discriminatorio en ese sentido». «Nunca hemos puesto ningún foco sobre eso», siguió. «Simplemente nos enfocamos en cómo somos como pareja». Habituada a los reflectores «El príncipe Harry no está siguiendo un camino tradicional. No se va a casar con la hija de una familia aristocrática de tradición», apuntó la corresponsal de la realeza británica de la BBC, Daniela Relph. Por el contrario, Meghan Markle ha tenido una carrera como actriz y es conocida desde 2011 principalmente por su papel en la serie televisiva «Suits». Algunos se refirieron a su futuro matrimonio con el príncipe Harry como un evento de atractivo mundial, dado el estatus de celebridad que ya tiene Markle. Otros compararon el enlace con la boda de la actriz de Hollywood Grace Kelly con el príncipe Rainiero III de Mónaco en 1956. En la entrevista que concedieron como pareja de prometidos el lunes, Markle habló de la «transición fuera de mi carrera hacia el rol» de estar en la familia real británica. «No lo veo como renunciar a nada. Lo veo como algo nuevo. Es un nuevo capítulo», dijo. Trabajo de activismo La actriz es también activista de varias causas sociales y ha dicho que no quiere que su matrimonio limite su capacidad para hablar públicamente, en especial sobre la equidad de género. La princesa Diana de Gales, madre de Harry fue conocida por su intensa labor social. Sus actividades en este sentido comenzaron una vez ya había obtenido el título real, aunque continuaron tras su divorcio en 1996 del príncipe Carlos