Carlos Alberto Presti juró este viernes como el nuevo ministro de Defensa ante el presidente Javier Milei en una ceremonia celebrada en el Salón Blanco de la Casa Rosada. Este acto no solo formaliza su salida del Ejército, sino que también inicia una nueva era en la conducción de la defensa nacional, tras la gestión de Luis Petri, quien ahora es diputado nacional.

La ceremonia fue testigo de la presencia de importantes figuras del gobierno y el Congreso, incluyendo al jefe de Gabinete, Manuel Adorni; el canciller, Pablo Quirno; y el ministro del Interior, Diego Santilli. Asimismo, se hicieron presentes Patricia Bullrich y Luis Petri, ya en sus funciones legislativas, junto con el embajador estadounidense, Peter Lamelas.

“Por Dios y por la patria,” pronunció Presti al asumir, tomando así las riendas de un ministerio que se encuentra en medio de una transformación profunda, con cambios esperados en el Estado Mayor Conjunto y en las distintas fuerzas armadas.

Una Gestión Histórica con Sello Militar

La llegada de Presti representa un movimiento significativo en el ámbito gubernamental. El presidente Milei había mantenido inicialmente a Petri en su cargo hasta finalizar la incorporación de los aviones F-16. Ahora, la dirección del ministerio se entrega a un militar que cuenta con una conexión directa con la secretaria general de la presidencia, Karina Milei.

El nuevo ministro organizará un equipo compuesto por cinco o seis altos mandos y dos civiles, marcando un cambio inédito desde el retorno a la democracia, al ser la primera vez que comienza una gestión bajo un mando militar.

Presti optó por no renunciar a su estatus en las Fuerzas Armadas, utilizando la figura de disponibilidad, que le permite desempeñar funciones civiles durante un periodo de hasta seis meses, manteniendo así su rango y antigüedad, aunque sin participar en actividades operativas.

Desafíos Inmediatos: Salarios y Obra Social

Presti hereda una agenda cargada de desafíos. Uno de los principales será abordar el deterioro salarial en las Fuerzas Armadas, una necesidad urgente que el gobierno se comprometió a resolver.

Además, enfrenta la situación crítica de la obra social militar, que presenta deudas significativas y problemas para sostener contratos, lo que ha llevado a un aumento de los reclamos por prestaciones interrumpidas. Este sistema abarca a unos 600,000 afiliados y se ha convertido en un foco de presión dentro del sector.

Una Trayectoria Sólida en el Ejército

Nacido en 1966, Presti ingresó al Colegio Militar en 1984 y ha ocupado importantes cargos, como jefe del Regimiento de Asalto Aéreo 601 y director del Colegio Militar. También ha participado en misiones de paz en Haití y fue agregado militar en Guatemala desde 2017, coordinando acciones en varios países de Centroamérica.

Su nombramiento como jefe del Ejército en enero de 2024 provocó un reordenamiento en la cúpula militar, forzando el retiro de 22 generales. Esto consolidó su posición como uno de los oficiales más influyentes dentro de las Fuerzas Armadas.

Hasta su reciente nombramiento, lideraba a unas 55,000 personas dentro del Ejército. Su incorporación al gabinete busca trasladar esta experiencia a un ministerio que enfrenta tensiones políticas y administrativas que han sido acumuladas durante años.