Un retraso sin precedentes en la red eléctrica del continente europeo está causando que algunos relojes funcionen demasiado despacio. Y la razón del desaguisado hay que buscarla en los Balcanes.
El problema está siendo causado por una disputa política entre Serbia y Kosovo que está alterando la cantidad de energía presente en la red europea. Esto provoca un efecto dominó en toda la red eléctrica de alta tensión, a la que están enchufadas 25 naciones europeas, incluida España.
El problema ha sido señalado esta semana por la Red Europea de Gestores de Redes de Transporte de Electricidad (ENTSO-E, por sus siglas en ingés), la organización que reúne a los operadores de red en Europa, pero se arrastra desde mediados de enero.
Esta insuficiente alimentación, inusualmente larga, causa retrasos en los relojes de los aparatos conectados a la red eléctrica, ya sean despertadores, hornos microondas o micro cadenas.
Los relojes de los aparatos eléctricos que no se han modificado desde mediados de enero muestran actualmente un retraso de unos seis minutos, apunta la ENTSO-E.
El último capítulo de la Guerra de los Balcanes
Según fuentes citadas por AFP, el litigo se centraría en la alimentación eléctrica de uno de los enclaves serbios de Kosovo, territorio cuya independencia no reconoce Serbia desde 2008 y cuyo acceso a la red pasa por Belgrado.
El operador eléctrico serbio, EMS, atribuye el problema a Kosovo y afirma que en enero y febrero el país retiró, de forma no autorizada, energía eléctrica por encima de lo acordado.
Por su parte, Kadri Kadriu, subdirector de la red de Kosovo, asegura que la electricidad de otros lugares del país se ha estado desviando hacia la minoría serbia en el norte, una zona habitada por unos 40.000 serbios que escapan a las autoridades kosovares y, asegura, no han pagado por esta mayor demanda, lo que ha causado una considerable carga financiera para la empresa.
“Pequeñas desviaciones de frecuencia ocurren todo el rato, pero en este caso se ha alargado durante mucho tiempo porque hay un problema de desequilibrio en Kosovo”, ha asegurado a la AFP Claire Camus, una de las portavoces de la ENTSO-E. “No existen riesgos en términos de seguridad del suministro, pero la calidad de la frecuencia sufre por este problema de alimentación”.
Concretamente, la frecuencia eléctrica de 50 hercios, que permite a la red interconectada funcionar correctamente, ya no se respeta. La media registrada desde mediados de enero es de 49,996 hercios, de ahí los retrasos en los relojes.
El problema, en cualquier caso, podría solucionarse pronto. EMS, que proporciona la potencia al operador kosovar, asegura que este volvió a respetar lo acordado el 3 de marzo, por lo que la normalidad debería volver al servicio en breve.