Alterada por la situación, la madre se dirigió el martes a la escuela para denunciar el acoso a las autoridades y encontrarse cara a cara con la docente, que negó todo lo ocurrido cuando la mujer le mostraba los chats y le decía que no sabía qué hacían esas fotos ahí. Toda esa situación quedó registrada en un video que filmó la madre. Ese mismo día, incluso, la docente había enviado una foto con la ropa que llevaba puesta también por la tarde al alumno, preguntándole por qué no había ido a clases.
Tras la denuncia de la madre y luego de que el colegio la suspendiera, el Ministerio de Educación provincial decidió apartar a la docente de su cargo y también de todas las instituciones educativas donde hace reemplazos. «El cuidado del alumno y la preservación de su salud emocional es la prioridad del ministerio, por lo que se implementaron las acciones administrativas y legales para saber qué sucedió, y establecer responsabilidades», declaró Daiana Gallo Ambrosis, delegada de la Regional VI de Educación.
«Te quiero a vos, besarte todo», le envió después. «En la esquina por Pellegrini. Esperame ahí y nos tomamos un taxi, yo pago, vos no te preocupes». Además, insistía en que le enviara fotos y piropos: «Ni una foto tuya me mandaste al final», escribió. «Ni un ‘hola linda’, ‘amor’, nada. Qué feo».
«En un chat ella le dijo que le gustó la cartita, y le pregunté si él le puso el número en la carta pero me dijo que no, que se lo dictó en la clase y ella lo anotó en el celular», contó la madre del chico. «Me imagino que en su inocencia debe tener sentimientos cruzados, y ahora está más angustiado porque cayó a la realidad».
«Ayer estuvo la supervisora tomándole declaración a la mamá y al nene y todo eso está ahora en proceso de investigación en el Ministerio de Educación», dijo Bibiana Martí, directora de la institución educativa. «Estamos todos en estado de shock y no salimos de la sorpresa porque es la primera vez que en la escuela tenemos un suceso de estas características y realmente fue muy duro. La docente no admite nada».
«Nosotros le decíamos ‘¿Quién no se enamoró de una maestra?’ para que él entre en confianza. Lloró un montón y recién después pudo hablar un poquito y sonreír«, agregó la madre.
«Hace cinco días que no duermo porque tengo todo eso en la cabeza», dijo Carolina sobre la posibilidad de que, de no haberlo descubierto, se hubiera concretado un abuso sexual. «Ayer no sabía ni qué día era. Veo la cara de la maestra esta en la cara de todas las maestras».