Por Martín Kanenguiser | LA NACION
Analistas económicos estimaron, en promedio, que el tipo de cambio llegará a $ 10,64 este año y a $ 14,22 en 2016, aunque algunos estiraron su pronóstico hasta $ 12,50 para 2015 y $ 18,37 para el año entrante. Así surge del reciente informe LatinFocus Consensus Forecast al que accedió LA NACION, que anticipa una devaluación que, por ahora, el Gobierno concede en dosis homeopáticas: apenas 3,2% desde principios de enero. En el mercado local de futuros, el tipo de cambio a diciembre próximo se negocia a $ 10,50, mientras que el Gobierno fijó en el presupuesto nacional un dólar a $ 9,45.
Los pronósticos más audaces correspondieron a los bancos Nomura, con $ 12,50 para este año y $ 17,50 para el próximo, y el Citigroup y Bank of America-Merrill Lynch, con 12 y 16 pesos, respectivamente. Luego se ubicó el Santander, con $ 12 y $ 13,80, mientras que en la otra punta Capital Economics proyectó un valor de $ 10 para cada año. Otras consultoras sólo arriesgaron el tipo de cambio para fin de este año: Analytica estimó que llegará a $ 10,44; Econométrica, a $ 10,20; Fundación Capital, a $ 10,13; Espert & Asociados, a $ 9,59, y el Banco Galicia, a $ 9,92.
Según el informe de Latinfocus, denominado «Las perspectivas de la Argentina se deterioran», las turbulencias políticas y «la incertidumbre respecto de la falta de resolución del tema de los holdoutsejercerán presión sobre las reservas internacionales este año, aunque se espera que el Banco Central siga interviniendo en el mercado cambiario para mantener una moderada depreciación del peso».
De inmediato, afirmaron que «las presiones inflacionarias derivadas de la alta emisión monetaria de la moneda local combinada con la relativamente suave depreciación del peso continuarán pesando negativamente sobre la competitividad del país y llevará a un mayor deterioro de las cuentas externas de la Argentina».
Por estas razones, los analistas anticiparon que el país sufrirá otro año de recesión consecutivo y que, por lo tanto, deberá esperar hasta 2016 para gozar de un rebote económico. Al respecto, el consenso de los analistas marca que la recesión real llegaría al 1,3%, aunque algunos fueron más pesimistas y llegaron a pronosticar una caída más profunda, como Espert, con -3,4%; Nomura, con -3%; el Citigroup, con -2,5%, y el Itaú, con -2%. Del otro lado, la visión más optimista correspondió a Capital Economics, que prevé un crecimiento de 1%.
Para 2016 el promedio de los analistas estimaron un rebote del 2,1%, aunque para Elypsis y el brasileño BTG Pactual podría estirarse al 4%; del otro lado, FIEL cree que habrá otro año de caída: -0,3%.
Como Latinfocus aclaró que se mantiene la divergencia entre los números del Indec y los del sector privado -y que los primeros no resultan confiables-, también publica las estimaciones de los analistas respecto del resultado que difundiría el Gobierno a fin de año. En ese caso, calcularon que el Indec informará una recesión del 0,3% este año y un crecimiento del 2,3% el próximo.
Del lado de la inflación real, prevén que se ubique en 2015 en el 30,4%, después de rozar el 40% el año pasado, aunque Nomura opinó que llegará al 42% y el Citi y Frontier Strategy Group la ubicó en el 37%, mientras que para Bank of America-Merrill Lynch será de 33,8% y para Espert y la Fundación Capital, de 32%. Para el año próximo, la suba de los precios se ubicaría en 28,5%, aunque FIEL cree que podría llegar hasta 43%; Nomura, 40%, y BofA-ML, 37,5%. En la otra punta, Deutsche Bank y BTG Pactual calcularon que sólo llegará a 18%.
Del lado del comercio exterior, la situación no se presentaría mejor, ya que los analistas creen que las exportaciones caerán 7,6% y las importaciones, 5,3%, llevando el superávit comercial a caer a US$ 4700 millones, frente a los US$ 6686 millones del año pasado.
Las reservas internacionales del Banco Central terminarían en 23.600 millones de dólares, frente a los 31.400 millones de fines de diciembre pasado. La inversión fija presentaría una caída del 2,3%, el consumo privado bajaría 0,5%, similar a la producción industrial, mientras que el desempleo subiría al 8,5%, frente al 7,3% de 2014.
Y si bien el ministro de Economía, Axel Kicillof, suele cuestionar las estimaciones privadas, en los últimos años fue el Gobierno el que registró una mayor discrepancia entre las proyecciones del presupuesto y la realidad. En este sentido, a fines de 2013 el Gobierno calculó que la economía crecería en 2014 un 6% y luego terminó asumiendo que tuvo un aumento de sólo 0,5%, aunque para la mayoría de las consultoras en realidad se registró una recesión del 2 por ciento.