La sigmoiditis consiste en una inflamación o una infección de la parte del colon llamada sigmoide, y más particularmente de los divertículos que están presentes.
Los divertículos son pequeñas hernias de la mucosa, pared interna de numerosos órganos, que se sitúan en el intestino grueso. Se forman en las zonas de debilidad de la pared y se puede hablar de diverticulosis. Cuando aparecen, crean surcos donde pueden alojarse las bacterias, lo que puede provocar una inflamación: se trataría entonces de diverticulitis sigmoidea o sigmoiditis diverticular.
Entre los síntomas de esta enfermedad, se pueden presentar dolor severo en el abdomen inferior, sobre todo en la fosa ilíaca izquierda (la fosa ilíaca es la parte inferior del abdomen), una sensación de suavidad en el abdomen y fiebre generalmente moderada.
Tratamiento de la sigmoiditis
Una vez confirmado el diagnóstico, se debe dejar el paciente en ayunas: no debe comer ni beber nada durante varias horas. Los antibióticos se administran generalmente durante diez días. En los casos más graves, se efectuará una sigmoidectomía: es una intervención que consiste en la ablación de la porción del colon sigmoide afectado, que impida la infección de un nuevo diverticulo. También forma parte del tratamiento una dieta durante diez días. El paciente debe respetar una dieta libre de residuos, que permite descansar a los intestinos. Se deben evitar los alimentos ricos en fibras como las verduras, las frutas, el pan, la leche y los productos lácteos, la charcutería… Los alimentos permitidos son la carne, el pescado, la pasta, el arroz y otros cereales, los productos azucarados, los quesos cocidos y los biscotes. Algunos alimentos pueden ser consumidos siguiendo unas determinadas normas de preparación. Las comidas también se deben tomar con un horario regular y es necesaria una hidratación adecuada.
Prevención
Para evitar la aparición de los diverticulosis y por tanto de la sigmoditis, se recomienda una dieta equilibrada sin exceso de fibra.