El periodista le dio una entrevista en donde contó detalles de cómo fueron los primeros días después de la tragedia.
El miércoles se cumplirá el primer aniversario de la muerte de la periodista y legisladora porteña, Débora Pérez Volpin, que falleció por complicaciones durante una endoscopia de rutina que le realizaban en el Sanatorio de la Trinidad. A tres días de la fecha su ex pareja, el también periodista Enrique Sacco, dio detalles, en una entrevista con el diario Clarín, de cómo fueron los primeros meses e incluso relató el viaje que hizo con los hijos de ella para festejar su cumpleaños. «Pasé con ellos mi cumpleaños: los tres de viaje en el Sur. Con su papá organizamos el último cumpleaños de los dos, todos en familia. Y nos estamos por ir los tres a Uruguay para desenchufarnos», cuenta. El periodista evitó referirse a las cuestiones sobre la causa y afirmó que todo se encuentra en manos del abogado que contrató la familia, Diego Pirota. «A pesar de ser de los medios, me cuesta mucho hablar porque no quiero que mi vida se identifique por lo que pasó con Débora. Pero hablo para homenajearla, porque a un año de lo que sucedió es bueno recordarla y recordarla bien, porque el hecho fue absolutamente negativo y perdimos su presencia física. Pero lo que hay de Débora en todos nosotros es el mejor recuerdo, un recuerdo alegre, un recuerdo bueno», sostuvo el periodista. «Nos impactó la vida de una manera tremenda, en un minuto. Creo que uno no es capaz de responder de antemano sobre lo que puede llegar a enfrentar hasta que le toca. A veces me pregunto cómo hemos hecho para sobrellevar cada día su ausencia. Personalmente, me siento en paz porque hemos tenido una relación maravillosa -los ojos vidriosos, algunos segundos para respirar hondo y desempañar la vista-. Eso me impulsa a seguir. Eso y el amor que nos tenemos con Agustín y Luna, que nos retroalimenta», afirmó Sacco. «Hablamos todos los días, nos vemos, cenamos, compartimos, viajamos. Ellos podrían haber optado por decir bueno, vos sos simplemente… o eras simplemente la pareja de mamá, y la pasamos bien, y punto. Pero seguimos siendo y seguiremos siendo una familia. Y yo no sé qué me deparará la vida, pero si algún día me depara una nueva pareja, esa persona tendrá que saber que yo tengo dos hijos del corazón», dijo el hombre que acompañó a Débora.. Además, sostuvo: «Lo primero que queremos, y que creo que necesita la sociedad porque es un hecho que ha conmocionado públicamente, es que esto se dirima como corresponde en un juicio, y que ese juicio tenga fecha cuanto antes. Nosotros queremos la verdad» «Las endoscopias tienen un riesgo de 0,04% de muerte. En una persona sana, sin dificultades, como era Débora, no se puede dar el resultado que observamos. La justicia se encargará de determinar las responsabilidades: pasó algo, no fue porque sí. No tenemos odio ni rencores porque no creemos en ninguna mala intención. Lo que nos gustaría es que el caso de Débora, que generó tanta conmoción pública, sirva para un antes y un después. Que no se escatimen esfuerzos en tener siempre los mejores recursos humanos y la mejor aparatología, dos aspectos fundamentales para la salud. Lo que pasó, pasó -algunos segundos para desempañar la vista- pero te juro que personalmente es mi voluntad que esto no le pase a nadie más», explicó Sacco. «Los abogados son los que marcan los tiempos. Sé que están absolutamente documentados». «La vida te sorprende. A veces de manera genial, y a veces de manera trágica como esta. Esta no es una relación que se corta por una ruptura: esta relación se corta sin que puedas hacer nada. Pero queda una presencia imborrable. El don de buena gente de Débora, su energía positiva, su alegría permanente, su buena madera, todo eso está impregnado en estas paredes y viene con nosotros a donde vayamos», dice Sacco.