Relación violenta: la masajista de Nahir Galarza declaró que le vio golpes y moretones y que Fernando Pastorizzo la tenía podrida
La masajista que atendía a Nahir Galarza declaró en la Justicia que en más de una oportunidad la joven asistió a las sesiones con golpes y moretones y que «Fernando la tenía podrida». La última vez que la atendió fue la semana anterior a Navidad. «Siempre aparecía con nuevas marcas», afirmó. Galarza se encuentra detenida con prisión preventiva, después de haber confesado el asesinato de su exnovio, Fernando Pastorizzo. PUBLICIDAD inRead invented by Teads Si bien nunca conoció al joven de 21 años, estaba al tanto de la relación. «Ella me contaba que la persona que salió con ella, un chico llamado Fernando, la molestaba, la llamaba, a veces la esperaba a la salida de su casa o de los boliches, y una vez recuerdo que vino toda rasguñada a la sesión y después, en otra sesión le vi moretones en los brazos, y otra vez en la parte baja de la espalda tenía un golpe como del grande de la boca de un vaso», dijo la mujer en su declaración, a la que tuvo acceso el diario ElDía de Gualeguaychú. Esa última vez que la atendió, Nahir fue acompañada por su mamá. «¿Le viste las marcas que tiene? ¿De qué es eso?», dijo que le preguntó a la mujer. Según su relato, Yamila Kroh le respondió que no podía hacer nada porque su hija no se lo permitía. Cuando la defensa le preguntó directamente si creía que Fernando era el responsable de las heridas que había visto en su paciente, la masajista no lo dudó. «Por lo poco que ella me contaba era el único que la molestaba, es más, a veces cuando estábamos terminando una sesión de reiki el pibe la llamaba y la llamaba incesantemente», indicó y agregó: «Ella me decía ‘este me sigue jodiendo, me tiene podrida'». Sin embargo, según el informe de los forenses sobre el cuerpo de la imputada, los golpes no eran golpes sino fricciones y las marcas que se localizaron en un muslo no son más que «una raya o un rasguño». Nahir se encuentra detenida con prisión preventiva por el homicidio de Fernando, de quien en su primera declaración afirmó ser la novia. Menos de 24 horas después, negó el vínculo y afirmó que, aunque habían tenido una relación, estaban distanciados. Quedó probado que la joven de 19 años sabía usar armas y que además, llamó a Fernando minutos después de haber cometido el crimen que ella misma confesó. «Lo llamé porque quise», declaró.