Existen relaciones adictivas que son las que producen más daño, pero la sociedad las acepta bajo la máscara del “se aman demasiado”.
Se confunde el amor con obsesión y dependencia mutua que es lo que convierte la relación en adictiva, sin prestar atención a que las personas que se encuentran atrapadas en una relación de este tipo padecen mucho sufrimiento psicológico y emocional.
Los individuos que se encuentran en este tipo de relaciones suelen imaginar que si brindan todo su ser al otro por amor su partener comprenderá lo mucho que le ama y le retribuirá ese amor con creces.
No importa cuánto sacrificio sea necesario para ello, sólo interesa complacer al otro aún dejando de lado los propios deseos.
Estas personas suelen verse reflejadas a través de los ojos de su pareja y su autoestima subirá o bajará de acuerdo a las actitudes del otro dependiendo de si su mirada es complaciente y de satisfacción o por el contrario condenatoria.
En estas relaciones suele existir mucho dramatismo, excitación y caos y esto se suele interpretar como “un amor por el que vale la pena luchar”.
Son individuos que por lo general se sienten incapaces de formar una pareja “sana” y eligen una y otra vez amores con grandes limitaciones para poder comprometerse afectivamente y de esta manera el círculo adictivo continúa.
Se imaginan que así es el amor verdadero y sienten que ese es el sabor que debe tener la vida para que valga la pena.
Sienten que cuantas más dificultades y problemas se les presenten, si luego logran superarlas, el vínculo y la atracción mutua crecerá y suelen abocarse a buscar problemas para que alimenten la relación.
Imaginan que si no sienten ese hormigueo interno de “amor”, esa intranquilidad ante la inseguridad por el afecto del otro; no están enamorados.
Y viven imaginando lo feliz que se sentirán cuando atrapen realmente al otro.
Suele suceder que si no logran que la relación funcione como desean se culpen por el fracaso.
Son seres que sufren de pánico ante un posible abandono y es por ello que están dispuestos y disponibles ante las demandas y requerimientos del otro con tal de evitar que la relación se acabe.
Los adictos al amor presentan síntomas similares a los adictos a sustancias tóxicas porque saben que les hace daño pero no pueden dejarlas.
Suelen olvidarse de sí mismas para salvar y ayudar al amado y están dispuestas a dar todo con tal de complacer al otro olvidándose de sus propios deseos en pos del amor, pero ocurre al actuar de esta manera las más de las veces sólo reciben migajas y desprecios de la persona amada y en definitiva sólo logran que se vaya deteriorando su autoestima, se anulan como personas y caen en profundas depresiones.
Si una de las personas de la pareja trata de distanciarse o de interrumpir el vínculo sufren el “síndrome de abstinencia”, igual que con cualquier adicción.
La raíz de esta obsesión no es el amor sino el miedo. Miedo al abandono, a estar solos, a ser ignorado y rechazado.
Si te encuentras o estuviste en una relación de este tipo debes saber que no todo está perdido y que es posible superar ese sufrimiento.
Es indudable que te mereces alguien mejor a tu lado, que te haga sentir feliz y querida, un partener que te cuide y le importen tus sentimientos y deseos. Un ser que te valore así, tal cual sos y que esté dispuesto a proyectar un futuro compartido y no que sólo desee complacer sus propios deseos, sino que este disponible para que ambos puedan crecer en amor juntos.
Lic. Laura Fichendler
Realizo Psicoterapia Holística Psicoespiritual para el tratamiento de depresión, angustia, crisis, duelos, problemas de pareja, etc. y te acompaño en los cambios que quieras llevar a cabo.
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