La campaña humanitaria ya estaría armada y sólo faltaría el visto bueno de personajes en las sombras, cuyas identidades no se conocerían, para que invada la televisión, los diarios, la radio, la Web, las revistas y todo medio de difusión inventado o por inventarse. “Lo que buscamos es que, ahora que (Jorge) Lanata necesita un riñón para ser trasplantado debido a una severa insuficiencia, los caceroleros, que lo consideran una especie de semidiós, pasen del apoyo simbólico a los hechos posta y se pongan con tan necesaria víscera”, afirmaría el coordinador de la iniciativa. La idea, según uno de las decenas de abogados que asesoran al popular vocero y operador del Grupo Clarín, sería que “si los militantes del cacerolismo están dispuestos a dar la vida por Jorge (por Lanata), más aún deberían estar dispuestos a ofrendarle un riñón de los dos de los que disponen”. Según se especula, en los próximos meses podrían a llegar a conseguirse unos dos mil o tres mil riñones. “De todos modos, Jorge (por Lanata) necesita uno solo, así que habrá que descartar los otros o revender los mejores en el mercado negro de órganos”, confía un allegado al obeso y humeante lugarteniente de Héctor Magnetto. El coordinador de la “megamovida” aclara que el llamado “no es, por supuesto, sólo para caceroleros, aunque sabemos que ellos son los más comprometidos con Jorge (por Lanata; ¿por quién si no?)”. Sólo queda esperar que el jingle que repite “Pido un riñón, un riñón para Jorgito” sea tan exitoso como otros del mismo tenor impulsados por el Canal 13.
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